Mundo

El Kremlin, aliado del exdictador, dice que no participó en las pláticas y silencia el paradero

Al Asad negoció con los rebeldes la salida de Siria, informó Rusia

caída-damasco-2024
Derrocamiento Rebeldes sirio disparan al aire en la capital siria para celebrar la caída de Damasco y del régimen de Bachar al Asad (BILAL AL HAMMOUD/EFE)

Dos de las preguntas sin respuesta en este domingo histórico en Siria es dónde está el dictador derrocado, Bachar al Asad, y por qué las fuerzas rusas acantonadas en el país árabe no acudieron en socorro del régimen.

Lo que ha trascendido hasta estas primeras horas es que los líderes rebeldes permitieron la salida del país de Bachar al Asad y su familia, informó el Kremlin, el único aliado de “tirano de Damasco” junto con el régimen islámico de Irán.

“Tras negociaciones sostenidas entre Bachar al Asad y una serie de participantes en el conflicto armado en Siria, este tomó la decisión de abandonar su mandato y el país, dando la indicación de llevar a cabo una transición pacífica del poder”, señaló la diplomacia rusa en un comunicado.

Según Exteriores, “Rusia no participó en estas negociaciones”, pero “está en contacto con todos los grupos de la oposición siria”.

“Nos dirigimos a todas las partes implicadas con el llamado de evitar el uso de la violencia solucionar todos los problemas del control del país por vías políticas”, añadió Rusia, país que hasta hace una semana y media bombardeaba indiscriminadamente barrios en Alepo, cuando comenzó la contraofensiva de los rebeldes islámicos con el apoyo de Turquía.

¿Qué pasará con las bases militares rusas?

Sobre la presencia de rusos en Siria, donde Rusia cuenta con sus únicas dos bases militares en el Mediterráneo, la cancillería indicó que “se toman todas las medidas para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos que se encuentran en Siria”.

En particular, puntualizó que las bases militares rusas en Siria —la base aérea de Hmeimim y la base naval de Tartus— “se encuentran en estado de alta preparación de combate”.

“En estos momentos no existe una amenaza grave a la seguridad de estas”, indicó.

El derrocamiento de Al Asad ha generado inquietudes en Rusia sobre el futuro de estas bases, por lo que el diputado ruso Andréi Kartapólov llamó a “no hacer ningún gesto de buena voluntad” y “defender los intereses” del país.

La víspera el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que Rusia continuaría apoyando militarmente a Siria y negó una presunta evacuación de la base naval rusa de Tartus al señalar que en estos momentos las fuerzas emplazadas en ella llevan a cabo maniobras en la región oriental del mar Mediterráneo.

Lo más relevante en México