
El presidente estadounidense, Donald Trump, reveló este domingo que espera hablar por teléfono el lunes con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, pero no para un intento “in extremis” de eliminar los aranceles previstos para que entren en vigor desde el martes, sino para confirmar que no dará marcha atrás y que incluso ha ampliado sus exigencias.
“No espero nada muy dramático. Hemos puesto los aranceles. Nos deben mucho dinero y vamos a asegurarnos que paguen”, indicó Trump a su llegada a Washington tras pasar el fin de semana en su residencia de Mar-a-Lago (Florida).
Primeras llamadas
Sendas llamadas serán las primeras desde que Trump firmara una serie de órdenes ejecutivas para imponer unos aranceles del 25% a los productos procedentes de México y Canadá, a excepción de gas y crudo canadienses, que tendrán un gravamen del 10%.
Esas fuertes barreras arancelarias supondrían la ruptura del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que permite el libre comercio entre los tres países de Norteamérica y ha llevado a la interconexión e integración de las cadenas de suministros de esta gran región económica.
Los aranceles de Trump, que deberían entrar en vigor el martes, han sido respondidos con la promesa, por parte de Canadá y México, de aranceles recíprocos en represalia, lo que abriría una guerra comercial de importantes consecuencias para la región.
Trump dijo este domingo que si ambos países vecinos quieren que los aranceles se levanten “tienen que equilibrar sus balanzas comerciales, lo primero”.
“Tienen que detener a la gente que está vertiendo en nuestro país; nosotros lo hemos parado, pero ellos no lo han parado. Y tienen que parar el fentanilo y eso también incluye a China”, añadió Trump.
China también se enfrenta a unos aranceles del 10% a partir del martes como medida de presión para poner fin al tráfico ilegal de fentanilo.
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