
La región de Nagorno Karabaj ha sido un escenario bélico entre Armenia y Azerbaiyán por décadas desde la disolución la URSS en el último decenio del siglo pasado.
Los constantes conflictos y agresiones entre las fuerzas armadas de los dos estados, a lo largo de los años, han provocado que la frontera entre ellos, de casi mil kilómetros de largo, no esté debidamente delimitada; dicha línea atraviesa Nagorno Karabaj.
Ereván y Bakú han protagonizado dos guerras por esta cuestión territorial, la primera, en 1994, culminó con una victoria para Armenia, mientras que la segunda, apenas en 2020, benefició a Azerbaiyán tras tomar por la fuerza Nagorno Karabaj en septiembre de 2023. Esto último catalizó las conversaciones de paz.

Los ministerios de exteriores de ambas naciones han anunciado que un acuerdo de paz esta “listo para firmarse”. Solo queda pendiente el lugar y la fecha de la reunión.
El ministro de exteriores azerbaiyano, Jeyhun Bayramov, declaró que “el trabajo sobre el texto [acuerdo] ha finalizado”.
Según el gobierno de Azerbaiyán, Armenia aceptó las propuestas azerbayanas en lo que respecta dos cuestiones pendientes: Armenia permitirá a Azerbaiyán comunicarse con su enclave Najicheván siempre y cuando se respete la soberanía del territorio armenio que fungirá como puente para dicho tránsito.
Cables de información afirman que Ereván y Bakú lograron resolver 15 de los 17 puntos de negociación trazados en el acuerdo de paz. Por otro lado, los puntos pendientes obedecen a contenidos particulares presentes en la Carta Magna de ambas naciones; los artículos de los que se habla recitan reclamaciones territoriales.
Pese a los puntos irresueltos y las discrepancias, los países en cuestión declararon confiar en que tales materias se resolverán una vez firmado el tratado de paz.