
El gobierno del presidente de EU, Donald Trump, propuso este viernes un recorte de 163 mil mdd al gasto federal para el próximo año fiscal, lo que representaría una reducción superior al 20% en el gasto no militar discrecional, excluyendo programas obligatorios como el Seguro Social y Medicare.
Según un comunicado difundido por la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca (OMB, por sus siglas en inglés), el proyecto busca incrementar el gasto en defensa en 13% y aumentar el presupuesto para seguridad nacional en casi 65%, en comparación con los niveles aprobados para 2025.
“En este momento crítico, necesitamos un presupuesto histórico, uno que ponga fin al financiamiento de nuestra decadencia, priorice a los estadounidenses y brinde un apoyo sin precedentes a nuestras fuerzas armadas y seguridad interna”, señaló Russ Vought, director de la OMB, en el comunicado.
Gasto civil al nivel más bajo desde 2017
De acuerdo con la propuesta, el gasto discrecional no relacionado con defensa —es decir, el destinado a áreas como salud, educación, protección ambiental, cultura y transporte— se reduciría en 23%, situándose en su nivel más bajo desde 2017, el primer año de la administración Trump.
El presupuesto propuesto también incluye previsiones económicas y establece de forma detallada cuánto dinero debería recibir cada agencia federal a partir del 1 de octubre, cuando comienza el nuevo año fiscal en EU.
Aunque la Casa Blanca presenta cada año su proyecto presupuestario, la responsabilidad de aprobar el gasto recae en el Congreso, que actualmente está bajo control republicano.
Los legisladores deben redactar y negociar las leyes de gasto, que en muchas ocasiones difieren significativamente del plan original de la presidencia.
La publicación de esta propuesta ocurre mientras los republicanos del Congreso debaten recortes al gasto para financiar un ambicioso paquete de recortes fiscales, que esperan aprobar antes del 4 de julio.
La discusión presupuestaria también se ve afectada por las tensiones económicas derivadas del aumento de aranceles impulsado por Trump, que ha generado inestabilidad en el comercio global y preocupación entre sectores productivos y consumidores.
Señal del enfoque político
El nuevo presupuesto confirma la prioridad que la administración Trump otorga a la defensa y el control migratorio, en detrimento de programas sociales y civiles. La propuesta busca redirigir recursos hacia el fortalecimiento de la seguridad fronteriza, la modernización del ejército y el desarrollo de tecnologías militares, al tiempo que reduce la inversión en programas nacionales de beneficio público.
La iniciativa presupuestaria será discutida en los próximos meses en el Congreso, donde enfrentará tanto el respaldo de legisladores afines al presidente como la resistencia de sectores moderados preocupados por el impacto social de los recortes propuestos.