Mundo

En vísperas del encuentro bilateral, Pekín prepara un gesto antidrogas que podría suavizar el pleito arancelario. Trump está dispuesto a reducir tarifas al 80 %

Fentanilo por aranceles: la apuesta china para evitar el colapso comercial

Encuentro bilateral EU condiciona el diálogo de este fin de semana a medidas concretas sobre fentanilo y comercio; China evalúa usar la crisis del opioide como llave diplomática. (scmp.com)

EU y China podrían dar este fin de semana el primer paso hacia una distensión comercial. El escenario será Ginebra, y el eje de las conversaciones podría ser no el acero, los autos o la tecnología, sino una sustancia letal que ha diezmado comunidades enteras en suelo gringo: el fentanilo.

Este potente opioide sintético es la carta que Pekín podría jugar para aliviar la presión de Washington y reducir el impacto devastador de los aranceles que pesan sobre el comercio bilateral.

Las reuniones, previstas para sábado y domingo, marcarán el primer contacto directo de alto nivel desde que Donald Trump regresó a la presidencia en enero e impuso aranceles del 145 % sobre la mayoría de los productos chinos.

La delegación estadounidense estará encabezada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante comercial Jamieson Greer. Por parte de China acudirá el viceprimer ministro He Lifeng, mano derecha de Xi Jinping en materia económica. Y aunque el programa oficial se presenta como una revisión comercial, la clave diplomática podría residir en la cooperación antidrogas.

Fentanilo: ficha diplomática

Durante su primer mandato, Trump ya había vinculado el problema del fentanilo con la política exterior hacia China. En 2019, Pekín prohibió todas las variantes conocidas del opioide tras una presión directa de Washington, lo que llevó a Trump a elogiar esa acción como “una maravillosa decisión humanitaria”. China incluso accedió a colaborar en operativos conjuntos.

Sin embargo, la cooperación quedó congelada en 2022 después de la visita de Nancy Pelosi a Taiwán. Desde entonces, el flujo de precursores químicos desde China hacia laboratorios en México —y de ahí al mercado estadounidense— se ha convertido en una espina bilateral.

Este viernes, fuentes del Ministerio de Comercio chino confirmaron que Pekín está considerando relanzar la cooperación antidrogas como parte de una oferta formal en Ginebra. El plan incluye el envío a Washington de Wang Xiaohong, ministro de Seguridad Pública y director del Comité Nacional de Control de Narcóticos, considerado un funcionario de confianza de Xi.

Wang sostuvo una reunión virtual en enero con Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de EU, en la que se reconocieron “avances positivos” en 2023.

Para Pekín, esta podría ser la puerta de salida para una negociación de “cara en alto”: Washington bajaría aranceles a cambio de colaboración en un tema que afecta a ambos países.

Guerra arancelaria con efectos visibles

Desde que Trump volvió al poder en enero, la política comercial hacia China ha sido feroz. El arancel generalizado del 145 % sobre productos chinos, junto a nuevas sanciones tecnológicas, ha desatado una guerra económica sin precedentes. China respondió con aranceles del 125 % sobre bienes estadounidenses, especialmente agrícolas y tecnológicos.

Los efectos ya se sienten. En abril, las exportaciones chinas a EU cayeron un 17.6 %, mientras que sus exportaciones globales crecieron un 8.1 %. Economistas como Zhiwei Zhang, de Pinpoint Asset Management, advierten que “el verdadero daño se verá en los próximos meses”, cuando se agoten los contratos firmados antes de los aranceles.

En paralelo, las empresas estadounidenses reportan aumentos del 30 % en sus costos logísticos, retrasos en cadenas de suministro y un encarecimiento de bienes de consumo que empieza a impactar al consumidor.

China, por su parte, ha endurecido sus controles regulatorios sobre compañías extranjeras, incluyendo Apple y Tesla, además de iniciar auditorías contra firmas estadounidenses radicadas en su territorio.

Trump exige concesiones

Este viernes, el propio presidente Trump fijó públicamente sus condiciones para negociar. En una serie de publicaciones en Truth Social, dijo que China debe abrir su mercado a productos estadounidenses y, a cambio, planteó que Estados Unidos podría reducir su arancel del 145 % al 80 %.

“¡CHINA DEBERÍA ABRIR SU MERCADO A EE.UU.! ¡¡¡SERÍA MUY BUENO PARA ELLOS!!! LOS MERCADOS CERRADOS YA NO FUNCIONAN!!!”, escribió Trump.

“¡80 % de arancel a China parece lo correcto! Depende de Scott B”, añadió, en referencia al secretario del Tesoro.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó en conferencia de prensa que ese será el punto de partida en Ginebra: “Necesitamos ver concesiones de su parte también. Esa es una de las razones por las que Bessent va a hablar con sus homólogos chinos”.

Leavitt también subrayó que el gobierno republicano busca “un acuerdo justo para Estados Unidos” y que los aranceles actuales se justifican por “prácticas comerciales desleales de larga data”.

Diplomacia envenenada

El gobierno chino no oculta su molestia ante lo que considera una demonización por parte de EU sobre su papel en la crisis del fentanilo. En marzo, el canciller Wang Yi acusó a Washington de “devolver mal por bien” y publicó un libro blanco en el que detalla los esfuerzos de Pekín por controlar el narcotráfico, incluyendo inteligencia artificial para rastrear precursores.

Sin embargo, voces como la del académico Shen Dingli, experto en relaciones internacionales, insisten en que “el fentanilo nunca ha sido un problema técnico: es un problema político. Si hay voluntad, se resuelve en segundos”.

En ese sentido, analistas coinciden en que el fentanilo se ha convertido en una moneda de cambio inesperada pero efectiva. La presión económica por la guerra comercial, el impacto en los mercados y la necesidad política de mostrar resultados abren una ventana única para un acuerdo.

La expectativa es alta. Trump, por primera vez desde enero, ha sugerido que está dispuesto a ceder. “Está en 145 %. Eso va a bajar, lo sabemos. Podemos tener una muy buena relación”, dijo este viernes ante la prensa. Si China accede a intensificar su lucha contra el fentanilo, el terreno para un acuerdo tarifario podría comenzar a nivelarse.

Tendencias