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Grupos armados atacan patrulla militar en la Amazonía; Noboa declara luto nacional y promete represalias

Mueren 11 militares en operativo contra minería ilegal en Ecuador

Masacre en Ecuador El Ejército ecuatoriano calificó el ataque como un crimen atroz y advirtió que no cesarán hasta llevar a los responsables ante la justicia. (Especial)

Ecuador vive desde este sábado tres días de duelo nacional tras la masacre que acabó con la vida de 11 militares y dejó a un uniformado herido durante un operativo contra la minería ilegal en la Amazonia, específicamente en la zona de Alto Punino, entre las provincias de Napo y Orellana, fronteriza con Colombia.

En el ataque también murió un presunto miembro del grupo armado que emboscó a las tropas.

Los soldados formaban parte de la Brigada de Selva 19 Napo, que desplegó cuatro equipos de combate en helicópteros para intervenir en campamentos ilegales de extracción de oro.

Uno de estos equipos fue sorprendido con fusiles, granadas y explosivos, en un ataque que el Ejército ecuatoriano atribuye a los Comandos de la Frontera, una disidencia de la antigua guerrilla colombiana de las FARC. Sin embargo, esta organización ha negado cualquier responsabilidad.

“La organización política-militar Comandos de la Frontera no tiene ninguna responsabilidad en los lamentables hechos que han ocurrido en territorio ecuatoriano”, expresó el grupo en un comunicado no verificado divulgado por medios colombianos, donde incluso sugieren que bandas ecuatorianas como Los Choneros, Los Lobos o Los Tiguerones podrían estar detrás de la masacre.

El presidente Daniel Noboa declaró luto nacional hasta el lunes y honró a los caídos como “héroes nacionales” por “ofrendar su vida en defensa del bienestar y la seguridad del país”. En redes sociales prometió: “Encontraremos a los responsables y los acabaremos”.

El Ejército ecuatoriano calificó el ataque como un crimen atroz y advirtió que no cesarán hasta llevar a los responsables ante la justicia. La embajada de Estados Unidos en Quito también condenó el ataque y reafirmó su respaldo en la lucha contra el crimen organizado, una guerra declarada por Noboa desde 2024 como parte del conflicto armado interno que enfrenta el país.

Recrudecimiento de la violencia minera

La zona de Alto Punino, donde ocurrió la emboscada, ha sido escenario de confrontaciones similares. En febrero del año pasado, otro operativo dejó un muerto y dos detenidos de nacionalidad colombiana. Según datos del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), desde 2019 se han destruido cerca de 1.500 hectáreas de selva por la minería ilegal en el río Punino.

Estas actividades ilícitas, antes dominadas por el narcotráfico, hoy tienen en el oro una lucrativa fuente de ingresos. En Perú, el distrito de Pataz vivió una tragedia similar en abril, con el asesinato de 13 trabajadores mineros, lo que obligó a las autoridades a imponer el estado de emergencia.

Pronunciamientos internacionales

El ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, no dudó en señalar a los Comandos de la Frontera como responsables del ataque. “Este brutal acto evidencia la amenaza que representan los grupos armados que operan en zonas de frontera sin límites ni humanidad”, dijo. Sin embargo, la autenticidad de la autoría aún está en disputa.

Otras instituciones del Estado ecuatoriano también expresaron su dolor por los hechos. Las Fuerzas Armadas reiteraron su compromiso con la defensa de la soberanía frente al crimen organizado, que ha convertido a Ecuador en uno de los países con mayores índices de homicidio en la región.

El presidente Noboa ha ordenado reforzar las operaciones en la Amazonia y ha dejado claro que no habrá tregua. Mientras tanto, Ecuador honra a sus soldados caídos con actos de duelo nacional y prepara su próxima ofensiva en una guerra cada vez más compleja.

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