
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este martes el levantamiento de sanciones a Siria tras conversar con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, principal valedor del nuevo gobierno sirio, luego del derrocamiento en diciembre del régimen proiraní de Bachar al Asad.
“Tras hablar de la situación en Siria con el príncipe heredero y con el presidente turco (Recep Tayyip) Erdogan, que me pidió el otro día algo muy similar, y son amigos míos que respetan mucho Oriente Medio, voy a levantar las sanciones contra Siria”, anunció Trump, levantando los aplausos de los asistentes al foro de inversiones en Riad.
Durante su discurso en el foro de inversiones de Riad, su primera parada en la gira por Oriente Medio, aseguró que las sanciones en el país árabe han sido “devastadoras”, aunque tuvieron “una función importante”, en alusión al debilitamiento del régimen de Asad, que prefirió llevar al país a una sangrienta guerra civil antes que democratizarlo.
Pero ahora es el momento de Siria de “brillar” y en lugar de que el país brille, con las sanciones “les estamos quitando todo lo que les queda”.
“Creo que dará paz a la gente”, dijo sobre la retirada de estas sanciones, y añadió que Siria cuenta con un nuevo gobierno que espera que tenga “éxito en estabilizar”.
Encuentro con exlíder de Al Qaeda sirio
Este anuncio se produce un día antes de que Trump salude a su homólogo sirio Ahmed al Sharaa, durante una estancia de ambos en Arabia Saudí.
Una fuente de la Casa Blanca indicó que “el presidente Trump ha estado de acuerdo con decir hola al presidente sirio” durante la reunión de líderes del Consejo del Golfo, aunque no entró en detalles ni confirmó si se tratará de una formalidad breve o de un encuentro propiamente dicho.
El nuevo presidente sirio fue el fundador de la exfilial siria de Al Qaeda, entonces conocida como Frente al Nusra, e incluso permaneció detenido durante casi un lustro por las tropas estadounidenses en Irak, donde Al Sharaa luchó contra ellas como parte de la red terrorista tras la invasión de 2003.
Sin embargo, desde la caída de Al Asad y su consecuente posicionamiento como hombre fuerte de Siria, varias delegaciones estadounidenses de congresistas, empresarios e incluso representantes oficiales han visitado Damasco.
Advertencia a Irán
Las palabras pacificadoras de Trump se acabaron en el momento en que se dirigió al régimen de los ayatolás.
“Estamos trabajando con la mayoría en esta región para conseguir estabilidad y para unificar contra los agentes del caos y del terror que han tenido como rehenes a millones de personas. La más grande y más destructiva de estas fuerzas es Irán, que ha causado un sufrimiento impensable en Siria, Líbano, Gaza, Irán, Yemen y más allá”, aseguró Trump.
El presidente de EU dijo que no quiere “enemigos permanentes” y que está a favor de cerrar un acuerdo nuclear con Irán, algo para lo que está trabajando su enviado para la región, Steve Witkoff, quien recientemente se reunió con el canciller iraní en Omán.
El mandatario fue contundente en asegurar que no consentirá que Irán tenga “jamás” capacidad de armamento nuclear y advirtió a Teherán que el tiempo se le agota para aceptar una “rama de olivo”.
Trump no mencionó en su discurso si está dispuesto a que Irán mantenga cierta capacidad de enriquecimiento de uranio para uso civil, algo que parece ser la principal arista en las negociaciones.