
Cuanto menos Donald Trump, más Xi Jinping. La estrategia del presidente chino de ocupar el espacio de influencia que va dejando el presidente de EU (de gira por Oriente Medio para regresar a Estados Unidos con contratos multimillonarios de los ricos países del golfo Pérsico) dio un importante salto con la firma de un crédito por más de ocho mil millones de dólares para aumentar sus inversiones en América Latina, en el marco del IV Foro China-Celac, celebrado este martes en Pekín.
Ante la presencia de los principales líderes latinoamericanos, con la notable ausencia de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, Xi ofreció al brasileño Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro y el chileno Gabriel Boric trabajar juntos “ante las turbulencias geopolíticas” y “la contracorriente recrudecida del unilateralismo y el proteccionismo”, según declaró en el discurso inaugural de la cumbre de China y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac), celebrada este martes en Pekín.
“Defienda su soberanía”
Xi declaró su “apoyo” a que los países de la Celac “rechacen las interferencias externas”, “defiendan su soberanía” y “sigan un camino de desarrollo acorde a sus condiciones nacionales”.
Según el líder chino, su país y los de América Latina y el Caribe son “miembros importantes del Sur Global” y deben “mantenerse unidos ante las crecientes tensiones geopolíticas, las confrontaciones entre bloques” y las “crecientes corrientes del unilateralismo y el proteccionismo”.
“Es imprescindible que la colaboración entre Celac y China contribuya a fortalecer la industria y la innovación en la región”, dijo por su parte Lula, cuyo país es el principal aliado americano de China.
Lula, que más tarde se reunió en privado con Xi, lamentó las “distorsiones” en el comercio internacional, abogó por “reducir las asimetrías entre los países” y consideró “decisivo” el apoyo chino para lograr las infraestructuras que la región necesita para articularse.
Cien proyectos en tres años
Al respecto, el canciller chino Wang Yi destacó al término de la reunión un plan de acción conjunta con “cien proyectos en los próximos tres años” en la región que se suma a una línea de crédito de 60,00 millones de yuanes ( 8,330 mil millones de dólares).
“Diversificar mercados debe ser una realidad. Hoy desde Pekín lanzamos el mensaje al mundo de que somos regiones hermanas”, dijo en la capital china la canciller colombiana, Laura Sarabia, cuyo país ejerce la presidencia rotatoria de la Celac.
El foro también ha ofrecido la oportunidad de escuchar al dirigente chino por primera vez desde la tregua parcial de 90 días en la guerra comercial entre Washington y Pekín, sellada en la víspera. “No hay ganadores en las guerras arancelarias y comerciales”, declaró Xi. “Y practicar conductas intimidatorias y prepotentes no sirve sino para aislarse a sí mismo”, declaró.
México, fuera de la Ruta de la Seda
China lleva años avanzando en la región latinoamericana, de la que se ha convertido en el segundo socio comercial, por detrás de EU. Para varios países, como Brasil, Chile y Perú, ya es el primero. Los intercambios superaron en 2024 los 500,000 millones de dólares, 40 veces el volumen de principios de este siglo, según cifras oficiales chinas.
De los 33 estados que forman la Celac, veinte forman parte ya de la Nueva Ruta de la Seda, el megaprograma de infraestructuras con el que China busca expandir su influencia global, detrás del cual se encuentra el superpuerto de Chancay, en Perú, el mayor puerto de Sudamérica, punto de partida de minerales estratégicos que necesita el gigante asiático, como el cobre, y a donde llega todo tipo de manufacturas china, lideradas por los vehículos eléctricos.
México, atado a Estados Unidos y al T-Mec, envió a la cumbre al canciller Juan Ramón de la Fuente.