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El gobierno inicia acciones legales, pero la autorización se tramitó desde una comisión pública; la oposición exige responsabilidades

Adidas provoca tormenta política en Grecia por “pisar” la Acrópolis

Escándalo con Adidas Mientras la ministra de Cultura anuncia una demanda, la oposición exige rendición de cuentas por ceder el patrimonio sin supervisión (Especial)

La imagen de una silueta de zapatilla Adidas flotando sobre la Acrópolis, en el marco de una sofisticada exhibición de drones, ha desatado un escándalo político y legal en Grecia. El gobierno anunció acciones legales contra quienes autorizaron el uso del monumento del siglo V a. C. como fondo publicitario, sin el aval del Ministerio de Cultura.

“La imagen es estéticamente ofensiva, como si la zapatilla pateara la Acrópolis”, declaró la ministra de Cultura, Lina Mendoni, en entrevista con la emisora SKAI Radio. Confirmó que su cartera ha presentado una denuncia judicial “contra todos los responsables”, al considerar que se violaron las leyes de protección del patrimonio arqueológico del país.

La campaña de Adidas —que utilizó un enjambre de drones lanzados desde el centro de conferencias Zappeion, en el centro de Atenas— no notificó ni obtuvo aprobación del Ministerio de Cultura, denunció la ministra, quien además es arqueóloga de formación. “Aquí tenemos una infracción más de la ley arqueológica”, subrayó.

El caso ha pasado a manos de la fiscalía de Atenas, que abrió una investigación para esclarecer cómo se concedieron los permisos. Tanto el Ministerio de Cultura como el de Finanzas han solicitado explicaciones a la Autoridad de Aviación Civil, responsable de otorgar autorizaciones de vuelos conforme a las normativas de la UE.

Según las autoridades, la comisión estatal encargada de gestionar eventos en el Zappeion —supervisada por el Ministerio de Economía— habría facilitado la aprobación sin consultar con el órgano cultural.

El video, ampliamente difundido en redes sociales, muestra una animación aérea que remite a las zapatillas deportivas como si estuvieran “pisando” el Partenón, lo que ha encendido críticas públicas.

Adidas: “Todo fue legal”

La empresa alemana negó haber violado la ley. En un comunicado enviado a Reuters, aseguró que “todos los permisos requeridos fueron obtenidos y respetados”, y que “ninguna imagen del monumento fue usada con fines publicitarios”.

Sin embargo, el daño estaba hecho. Usuarios en redes sociales estallaron: “No a Yorgos Lanthimos, sí a Adidas. No al arte, sí al dinero”, ironizaban, recordando que el ministerio había denegado recientemente el permiso al director ganador del Óscar para filmar una escena final de su nueva película Bugonia en la Acrópolis, alegando que el contenido era “incompatible con los valores simbólicos del monumento”.

Oposición exige explicaciones

La oposición política no tardó en reaccionar. El partido PASOK acusó al gobierno de negligencia y sostuvo que “la Acrópolis, símbolo universal de democracia, no puede ser un fondo publicitario”. Por su parte, la coalición SYRIZA condenó la campaña como una “mercantilización ofensiva del núcleo de nuestro patrimonio cultural”.

En un país donde los sitios arqueológicos son parte intrínseca de la identidad nacional y eje de disputas internacionales —como la batalla por recuperar los frisos del Partenón del Museo Británico—, este incidente toca fibras sensibles. La gestión de la Acrópolis, la atracción más visitada de Grecia, es un asunto de Estado, y su utilización comercial despierta una vez más el eterno dilema entre preservación cultural y explotación mediática.

El caso, aún en etapa de investigación, promete escalar. Y mientras las autoridades buscan responsables, en la Acrópolis, el mármol permanece mudo, pero la controversia resuena con fuerza.

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