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Un reporte de 2025 revela que ni la codificación ni la edición dominan, lo más común es usarla para sentirse escuchado y acompañado emocionalmente

La terapia emocional, número uno en el ranking global del uso de la IA

Usos de la IA Hoy en día la gente ya no busca solo eficiencia, sino conexión y sentido en sus interacciones con la IA. (Especial)

En solo un año, la inteligencia artificial (IA) pasó de emplearse solo como una herramienta para el trabajo, a ser el máximo aliado para llenar vacíos emocionales.

Por curioso que parezca, ese es el resultado según un reporte de los “100 principales usos de la IA en 2025”. El documento revela un cambio de paradigma: la cosa se ha movido de la productividad y el análisis hacia la salud mental, el propósito personal y el bienestar emocional.

Los datos, recopilados por Harvard Bussines Review y Filtered.com a través de foros como Reddit y Quora, muestran que los usos más relevantes ya no son automatizar tareas o generar texto, sino acompañar, orientar y sanar.

El primer lugar lo ocupa “terapia y compañía”, desbancando a “generación de ideas”, que reinaba en 2024. La gente ya no busca solo eficiencia, sino conexión y sentido en sus interacciones con la IA.

Le sigue como nuevo uso destacado “organizar mi vida”, y en el tercer lugar otra novedad: “encontrar propósito”. Estos tres primeros puestos, inéditos hace solo un año, se enmarcan en un creciente interés por el desarrollo personal y profesional, muy por encima de las tradicionales aplicaciones técnicas.

Utilidad en la tecnología

Sin embargo, esto no implica que la IA haya dejado de ser útil para tareas más convencionales. Aplicaciones como “edición de texto”, “generación de código” o “resolución de problemas” siguen figurando entre los 10 principales casos de uso, aunque han bajado posiciones. “Generar ideas”, que lideraba en 2024, ahora ocupa el sexto lugar.

En el ámbito técnico, hay novedades significativas. Dos nuevos usos entran en el top 10: “generación de código (para profesionales)” y “mejorar código”, reflejando una sofisticación en la forma en que los desarrolladores están aprovechando la IA para afinar su trabajo.

También se cuela una función menos seria pero igual de popular: “diversión y tonterías”, que mantiene su posición en el séptimo lugar. El humor, al parecer, sigue siendo un puente entre humanos y máquinas.

Uno de los cambios más notables es el retroceso de “búsqueda específica”, que en 2024 era el tercer uso más importante y ha caído hasta el puesto 13. “Consejos generales”, que cerraba el top 10, ni siquiera aparece en el top 100 de este año.

En total, 38 nuevos usos ingresaron este año al ranking. Las categorías más populares fueron soporte personal y profesional, educación personalizada, asistencia técnica y creatividad recreativa. Pero las tendencias marcan que la frontera entre productividad y salud mental se está desdibujando.

Entre los usos nuevos más llamativos de la IA en 2025 figuran funciones profundamente humanas, como “entender el duelo”, “reducir la ansiedad social”, “aprender a hablar con médicos”, “organizar pensamientos dispersos” y “buscar sentido espiritual”, lo que confirma que la IA está dejando de ser solo una herramienta técnica para convertirse en un espacio de acompañamiento psicológico, emocional y existencial en tiempos de incertidumbre.

IA: Espejo moral

Así, la IA luce como refugio emocional en tiempos de crisis colectiva. “La mayoría de la gente no sabe que esto ya está ocurriendo”, dijo Dario Amodei, CEO de Anthropic, hace unos días.

Pensarla como interlocutor, como dialogante, parecía hace años una cosa inaudita. Hoy esta realidad refleja nuestro tremendo salto vertical en cuanto a lo tecnológico pero también nuestro vacío. Nuestro excedente de almas necesitadas de ser escuchadas.

Parece que Kevin Kelly, fundador de Wired, no se equivocó al afirmar que “la tecnología es un espejo moral. Refleja no lo que es bueno o malo en sí misma, sino quiénes somos”.

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