Mundo

Netanyahu habla de una guerra prolongada mientras Teherán promete abrir las puertas del infierno, tras una lluvia de fuego sobre ambos países. “Hay tiempo para un acuerdo”: Trump

Israel aniquila a la cúpula iraní e Irán lanza una lluvia de misiles

Irán lanza su látigo de venganza Los misiles iraníes atravesaron el espacio aéreo de la Franja de Gaza antes de alcanzar objetivos dentro de Israel. (HAITHAM IMAD/EFE)

Oleadas de misiles cayeron viernes y sábado sobre distintas zonas de Israel e Irán. Mientras el mundo clama por contención urgente, hemos sido testigos de la mayor escalada directa entre ambos países en décadas.

Las sirenas sonaron de nuevo en Jerusalén y Tel Aviv después de que Irán ejecutara lo que denominó la “Operación Castigo Severo”, una respuesta militar al bombardeo israelí que la mañana del viernes mató a más de una veintena de altos mandos militares y científicos nucleares iraníes.

El comandante del CGRI (Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, Hossein Salami, y otros dos generales murieron, lo que dejó una profunda brecha en el liderazgo militar de Teherán. El reemplazo de Salami, Mohammad Pakpour, prometió una represalia total: “Las puertas del infierno se abrirán para el régimen asesino de niños”, declaró en televisión.

Los ataques israelíes mataron a 78 personas e hirieron a más de 320, según informó un funcionario iraní.

Según el ejército israelí, al menos 100 drones y cientos de misiles balísticos fueron lanzados desde Irán durante la noche de este viernes. Algunos fueron interceptados por los sistemas de defensa, pero otros lograron impactar objetivos civiles en Tel Aviv y Jerusalén. Las explosiones dejaron al menos 34 personas heridas, dos en estado crítico, según fuentes hospitalarias.

“Los días que sea necesario”: Netanyahu

El primer ministro Benjamin Netanyahu apareció en televisión la madrugada de sábado y advirtió que la ofensiva israelí continuará “los días que sea necesario”. “Actuamos a tiempo. Esta generación será recordada como la que protegió el futuro común frente a la amenaza iraní”, dijo. Netanyahu aseguró que el objetivo fue dañar la infraestructura nuclear de Irán, sus fábricas de misiles y sus capacidades militares.

Por otra parte, varios medios iraníes reportaron en la madrugada de este sábado nuevas explosiones en la capital del país, Teherán. La agencia Tansim, así como el Tehran Times y Press TV compartieron videos y mensajes en sus redes sociales con columnas de humo en Teherán, sin que haya información confirmada del origen de las explosiones.

Los mismos medios iraníes también reportaron que una de las explosiones habría alcanzado el aeropuerto Mehrabad de Teherán.

Mientras que medios israelíes confirmaron impactos en el centro de Tel Aviv y el distrito de Jerusalén. El diario Haaretz reportó daños en varios edificios y el Times of Israel informó que un misil cayó en una zona residencial cercana al centro de Jerusalén, aunque sin víctimas fatales confirmadas hasta el momento.

La nueva oleada de proyectiles, lanzada pasada la medianoche, volvió a activar las alarmas antiaéreas en todo Israel. “Las Fuerzas de Defensa de Israel están operando para interceptar y atacar donde sea necesario para eliminar la amenaza”, informó el ejército.

Blanco nuclear

El bombardeo israelí inicial había destruido una instalación de producción de combustible nuclear en Natanz y golpeado laboratorios de conversión de uranio en Isfahan, pero evitó el área de almacenamiento del combustible, según confirmó el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi. Inspectores del organismo estuvieron recientemente en el sitio realizando inventarios.

Fuentes cercanas al Mossad afirmaron que la operación israelí fue precedida por acciones encubiertas dentro de Irán, incluyendo la infiltración de comandos en puntos estratégicos y el uso de drones lanzados desde una base secreta cercana a Teherán. En paralelo, se destruyeron decenas de radares y sistemas antiaéreos iraníes.

El precio del crudo subió ante el temor de una extensión del conflicto, aunque no se han reportado daños directos a instalaciones petroleras. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) descartó de momento alterar la oferta. Mientras tanto, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, hizo un llamado urgente a la contención: “Ambas partes deben ejercer la máxima moderación”, dijo su portavoz.

Trump: “Hay tiempo para un acuerdo”

Desde Washington, Donald Trump instó a Teherán a detener los ataques y regresar a la mesa de negociación. “Intenté salvarlos de la humillación y la muerte”, declaró a agencias. “Todavía están a tiempo de lograr un acuerdo”, insistió el presidente, quien confirmó que su administración conocía de antemano los planes israelíes.

Irán ha negado sistemáticamente que su programa nuclear tenga fines militares, aunque el informe más reciente de la AIEA lo declaró en violación del Tratado de No Proliferación. Israel y sus aliados sostienen que Teherán está a semanas de poder producir material suficiente para un pequeño arsenal nuclear.

En el plano interno, el impacto en Irán es ambivalente. Algunos ciudadanos expresaron temor e indignación ante los ataques, otros mostraron respaldo al régimen. En ciudades como Qom y Natanz, hubo movilizaciones a favor del derecho de Irán a mantener su programa nuclear. “Moriré luchando por ese derecho”, declaró un integrante de la milicia Basij.

El poder de represalia de Irán a través de sus aliados regionales ha disminuido tras la caída del régimen sirio de Bashar al-Assad y la pérdida de influencia de Hezbollah en Líbano y Hamas en Gaza. Sin embargo, un misil lanzado desde Yemen por los hutíes —grupo aliado de Irán— impactó la ciudad de Hebrón, en Cisjordania, hiriendo a tres niños palestinos.

El misterio de Isfahan

Aunque la primera fase del ataque israelí fue devastadora, expertos advierten que gran parte del material nuclear iraní sigue intacto en un complejo cercano a Isfahan. Las Fuerzas de Defensa de Israel emitieron un comunicado de prensa el viernes por la tarde, indicando que, en una segunda oleada de ataques, habían alcanzado Isfahán, pero no el arsenal de combustible.

En cambio, se centraron en laboratorios que trabajaban en la conversión de gas de uranio en metal, una de las últimas etapas de la fabricación de un arma. Sin embargo, no mencionaron ningún ataque a la zona donde se almacena el combustible. “Vimos el combustible allí hace poco”, declaró Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la organización de las Naciones Unidas que rastrea el combustible para garantizar que no se desvíe a proyectos armamentísticos, pocas horas después del inicio de los ataques.

Inspectores estuvieron en las instalaciones de Isfahán durante las últimas semanas, realizando los inventarios finales para el informe trimestral sobre las capacidades de Irán, distribuido a la junta directiva del organismo este mes, mientras este se centraba en el cumplimiento de las exigencias de los inspectores por parte de Irán.

El misterio radica en por qué Israel evitó atacar el arsenal, que le otorga a Irán la vía más rápida para producir un pequeño arsenal nuclear. Y fue el núcleo de las justificaciones del primer ministro Benjamin Netanyahu la madrugada del viernes para ordenar el ataque, tras dos décadas en las que Israel siempre se ha abstenido de apretar el gatillo.

Futuro incierto

La situación continúa desarrollándose con una intensidad sin precedentes en la historia reciente del conflicto Irán-Israel. Con más drones en el aire y nuevas amenazas, la región se encuentra al borde de una guerra abierta.

Mientras los ataques y las represalias se acumulan, analistas internacionales coinciden en que la ventana para una solución diplomática se está cerrando. Las declaraciones de Netanyahu y Pakpour apuntan a una prolongación del conflicto, mientras Trump intenta mantener abierta la puerta a una negociación. En este clima, la comunidad internacional observa con alarma la posibilidad de que una guerra regional escale hacia un conflicto global.

Tendencias