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Trump dice haber “destruido” las instalaciones nucleares de Irán, pero falta aclarar el destino del temido combustible de destrucción masiva

¿Dónde están los 409 kilos de uranio enriquecido de Irán, capaces de fabricar ocho bombas atómicas?

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Irán Imagen satelital de la central nuclear de Isfahan donde se observan daños severos tras los ataque de Israel y EU (MAXAR TECHNOLOGIES HANDOUT/EFE)

Donald Trump se ha colgado la medalla de ser el primer presidente de Estados Unidos que se atrevió a atacar militarmente a Irán, lo cual es cierto, y de haber acabado a bombazos con su capacidad para fabricar armas nucleares, lo cual está por comprobarse, al igual que falta por resolverse otro gran misterior ¿Dónde están los 409 kilos de uranio enriquecido al 60%, que los inspectores de la ONU calculan que almacena en algún lugar el régimen islámico, muy cerca del 90% necesario para convertirse en un arma de destrucción masiva?

El domingo, poco después de que siete bombarderos ‘invisibles’ B-2 lanzaran 12 bombas antibúnker contra la instalación subterránea de Fordó, el mayor centro de enriquecimiento de uranio de Irán, Trump se jactó de su destrucción total, acabando así con la posibilidad de que Teherán logre fabricar bombas nucleares, como advirtió el OIEA que podría ocurrir tan pronto como en agosto.

Pero una cosa es la destrucción de las centrifugadoras en las tres centrales dañadas —más evidentes en las de Natanz e Isfahan, al aire libre, y menos en la subterráneo de Fordó—, y otra localizar el uranio ya enriquecido.

¿Cuántas bombas podría fabricar Irán ?

Cinco días antes del comienzo del primer ataque masivo israelí contra Irán, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) anunció que sus inspectores “habían perdido la pista de los 409 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, suficiente para entre siete y ocho ojivas nucleares”.

Según expertos consultados por Bloomberg, este arsenal puede ser almacenado en 16 cilindros de casi un metro de altura, equivalentes a tanques de oxígeno para buceo. Cada ojiva tendría un peso de unos 25 kilos, lo suficientemente ligero como para ser transportada a un lugar secreto en un vehículo convencional o incluso a pie, en caso necesario.

Este escenario es el que algunos analistas creen que pudo ocurrir: que, tras el primer ataque sorpresa israelí del viernes 13 de junio, las autoridades iraníes decidieran el traslado urgente de esos más de 400 kilos de uranio enriquecido a otros almacenes secretos, antes de que Estados Unidos acudiese en ayuda de Israel y lanzara sus bombas anti-búnker contra su instalación nuclear subterránea, como finalmente ocurrió la pasada noche del sábado al domingo.

De hecho, el OIEA (el Organismo Internacional de la Energía Atómica) no ha detectado una nube radioactiva en la central de Fordó, lo que implica que, o bien el uranio fue trasladado previamente a otro lugar, sin que fuese detectado por los satélites espía de EU e Israel, o bien las 17 bombas GBU-57 (las únicas capaces de destruir búnkeres a más de 50 metros de profundidad), lograron dañar parte del mayor sitio nuclear iraní, donde se encuentran decenas de centrifugadoras de uranio enriquecido, pero no en su totalidad, como alertan la mayoría de medios de EU.

Según Teherán, el país está en condiciones de reiniciar su atacado programa nuclear, pero Trump tiene otros datos

“El programa nuclear voló por los aires”

“Como saben, el devastador ataque estadounidense a Fordó destruyó la infraestructura crítica del sitio y dejó la planta de enriquecimiento totalmente inoperativa. Fue devastador”, reiteró este miércoles durante una rueda de prensa ofrecida en la cumbre de la OTAN en La Haya. “Evaluamos que los ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares de Irán han afectado la capacidad de Irán para desarrollar armas nucleares durante muchos años”, agregó.

Trump explicó que los primeros informes de la inteligencia de su país optaron por “no mencionar” la posibilidad de que los daños generados en las instalaciones de Natanz, Isfahan y especialmente Fordó, cuyas centrifugadoras se encuentra bajo tierra, eran “muy graves ” porque “era muy pronto”.

“Desde entonces, hemos recopilado información adicional. También hemos hablado con personas que han visto el lugar, y el lugar está destruido, y creemos que todo lo nuclear está ahí. No lo sacaron”, añadió Trump sobre las reservas de uranio enriquecido.

La clave: el regreso de la OIEA

El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, dijo que sigue siendo optimista sobre la posibilidad de que un alto el fuego duradero allane el camino hacia la reapertura de las conversaciones sobre el programa nuclear iraní y el regreso de los inspectores, quienes serán los que definitivamente comprueben el estado de las instalaciones atacadas, en caso de que el régimen decida colaborar.

Esto podría conocerse la próxima semana, si finalmente se cumple el anuncio de Trump de que espera reanudar las negociaciones con los iraníes.

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