
La Federación Rusa lanzó 322 drones, de los cuales 292 fueron neutralizados por la Fuerza Aérea Ucraniana, explica un comunicado firmado por su portavoz, Stephane Dujarric. “Estos ataques afectaron directamente el suministro eléctrico de la central nuclear de Zaporizhia, causando grandes riesgos para la seguridad de la zona”, añade el texto. Esta acción fue condenada por Naciones Unidas.
Antonio Guterres se declaró alarmado por la creciente escala y los números de víctimas involucrados. Recordó que los ataques contra civiles e infraestructuras públicas están prohibidos por el derecho internacional. El secretario general reiteró su llamamiento a un alto al fuego inmediato como primer paso hacia una paz justa, en línea con la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones pertinentes de la ONU.
El presidente estadounidense, Donald Trump, conversó este viernes con el líder ucraniano, Volodímir Zelensky. Ambos acordaron un esfuerzo mutuo para reforzar las capacidades de defensa aérea ucranianas. La llamada llegó después de que Trump hablara por teléfono el jueves con el mandatario ruso, Vladímir Putin, en la que le expresó su descontento por la falta de avances hacia una resolución. La última serie de ataques a gran escala significaron presuntamente los mayores en más de tres años de guerra.
En respuesta a los ataques, el Ejército de Ucrania confirmó haber golpeado una instalación militar en la región rusa de Chuvashia, donde se fabrican drones, misiles, bombas aéreas y otras armas de precisión.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó el día de hoy que sus defensas antiaéreas derribaron 16 drones ucranianos en las proximidades de Moscú y en otras tres regiones de la parte europea del país.