
A principios de junio, Crónica publicó un artículo (España legalizará a medio millón de migrantes para seguir siendo el motor de Europa ¿lo entiendes, Trump?) sobre cómo la fuerza laboral de los inmigrantes había convertido a España en el motor económico de Europa y de paso había resuelto otros dos problemas, el envejecimiento de la población y la integración de los extranjeros en la sociedad. Según el informe “Ser negro en la Unión Europea”, de los 27 países del bloque, España es el cuatro donde hubo menos agresiones racistas en 2024).
Pues bien, en apenas mes y medio, esta “excepción ibérica” que convirtió a España en un santuario pacífico para los inmigrantes bajo el gobierno socialista de Pedro Sánchez, saltó en pedazos la semana pasada en Torre Pacheco, una ciudad de 40 mil habitantes en la región de Murcia. Dicha localidad del sureste de España, con un 30% de la población de 90 nacionalidades, en su mayoría de países musulmanes, suma ya cinco días de protestas y disturbios xenófobos y raciales, tras la golpiza que recibió un anciano.
El pasado miércoles 9 de julio, un hombre de 68 años y nacionalidad española fue agredido en Torre Pacheco por un joven marroquí de 19 años, vecino de otra localidad,mientras paseaba cerca del cementerio. El incidente (del que se desconoce aún el móvil, porque no hubo robo) encendió la mecha de la bomba racial.
“Vamos a cazar moros”
De inmediato se puso en marcha la maquinaria de la extrema derecha para difundir mensajes de odio y convocar “cacerías” contra migrantes en las redes sociales que menos filtros de censura ponen: Telegram y X.
Uno de los grupos más activos y con ramificaciones en toda Europa, “Deport them now”, movilizó a cientos de internautas que se cruzaban mensajes como “Vamos a cazar moros” o “Moreno que veamos, paliza”. Se alude incluso a la posibilidad de matarlos: “Tengo hasta un par de pozos ciegos pa´ tirar alguno si hace falta” o “¡Saldrán cabezas de moro rodando!”.
El partido ultraderechista Vox olió sangre y de inmediato se sumó a la difusión de mensajes odio, como el que vertió su líder, Santiago Abascal, quien llegó a considerar a los inmigrantes en España como una “plaga” y animó a sus seguidores en todo el país a protestar en la escena del crimen.
Las manifestaciones de vecinos de Torre Pacheco la tarde del viernes se convirtieron las noches de viernes y sábado en disturbios entre agitadores de extrema derecha y la policía, con al menos 5 heridos y destrozos en comercios regentados por magrebíes y un intento de profanar una mezquita.
La tensión escaló el lunes, cuando un adolescente de 15 años, hijo de madre española y padre marroquí, que decidió acudir a una concentración en repulsa por la paliza al vecino apaleado, fue señalado y sufrió un linchamiento, del que se salvó tras la intervención de la policía. Los periodistas que cubrían en directo la concentración también fueron insultados y agredidos, lo que llevó a las autoridades murcianas a blindar la ciudad con agentes de la policía, para reventar la convocatoria de una manifestación de agitadores ultras, procedentes no sólo de España, sino de otros países europeos.
Pese a que el presunto autor de la agresión del vecino de Torre Pacheco fue detenido cuando intentaba huir a Francia, la tensión racial no ha cesado y el gobierno central teme que explote en otros puntos de España, país cuya llegada de inmigrantes ha tenido un crecimiento vertiginoso en los últimos años.
¿Cuántos inmigrantes hay en España?
En enero de 2024, España (49 millones de habitantes) alcanzó la cifra histórica de 8.8 millones de inmigrantes, superando por primera vez a su vecina Francia (66.6 millones), que tiene 8.7 millones. De hecho, de los cinco mayores países de Europa, es el que tiene el porcentaje más alto de inmigrantes: España (18.1%), Alemania (18%), Francia y Reino Unido (13%) e Italia (10.9%).
Además, el gobierno español es el único que ha presentado un plan para regularizar a los trabajadores indocumentados e incentivar la reunificación familiar, lo que podría generar un “efecto llamada” en los países de origen, principalmente de América Latina.
Pero esta regularización de al menos 800 mil inmigrantes este año, y cuyo trámite contaba con mayoría para ser ratificado en el Congreso, podría irse al traste, si los disturbios xenófobos se extienden a otros puntos del país y vuelven en contra de la permisividad del gobierno.
En un intento de evitar el efecto contagio de los mensajes de odio en las redes, el gobierno lanzó este martes una iniciativa urgente para obligar a las plataformas sociales a frenar esta propagación.
Sin embargo, esta estrategia parece condenada al fracaso. El Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) detectó más de 54,000 mensajes de odio en junio, aunque solo el 8% fue retirado por las plataformas digitales.
Líder de Vox, investigado
Por el contrario, la investigación penal a Vox por incitación al odio sí podría tener más éxito.
La Fiscalía de Murcia abrió este martes diligencias para investigar si el dirigente de Vox en esa región, José Ángel Antelo, incurrió en un delito de odio, tras difundir mensajes en X en los que criminalizaba a los inmigrantes, usando imágenes falsas de palizas.
Tras conocer la denuncia, Antelo se ratificó en sus mensajes. “Con Vox esa gente no estaría aquí, no hubiese agredido a un anciano con un juego macabro para compartirlo en redes sociales”, afirmó y de pasó embarró al oficialista PSOE y al PP, el mayor partido de la oposición, de ser los “culpables de lo que estamos viviendo en Torre Pacheco y en otros lugares de la geografía española, con esas políticas que han financiado la inmigración ilegal”.
“Vox no tiene la culpa de que esas personas hayan entrado de manera ilegal o que estén en situación irregular en la Región de Murcia”, declaró.
Y esto es, precisamente, lo que pretende hacer Vox, si en las próximas elecciones impone su programa xenófobo en un probable gobierno de coalición con el PP (las encuestas dan a ambas formaciones de derechas mayoría absoluta).
El líder de Vox, Abascal, llegó incluso a anunciar su intención de expulsar a ocho millones de inmigrantes, incluidos los que tienen sus papeles regularizados, que son la mayoría.
“Chapotean en el odio”
Sobre todo lo que está ocurriendo, la portavoz del gobierno de Sánchez, Pilar Alegría, hizo este martes una reflexión sobre “el odio que es alimentado a través de las mentiras” y se convierte en el “combustible más inflamable” cuando se “señala a un grupo de personas” al que se cree “diferente por su color de piel o sus creencias”, se “vincula inmigración con violencia” o se “inocula miedo y terror”.
“En ese odio chapotea diariamente un partido político como Vox con el silencio cómplice del PP”, concluyó.