
Horas después del ataque de Israel contra la única iglesia católica que hay en la Franja de Gaza, el papa León XIV pidió este viernes, en una llamada telefónica al Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, un alto al fuego y el fin de la guerra en esta región palestina, así como proteger los lugares de culto y los fieles.
El Vaticano informó que “durante la conversación, el Santo Padre renovó su llamamiento para que se revitalice la acción negociadora y se logre un alto el fuego y el fin de la guerra. Expresó nuevamente su preocupación por la dramática situación humanitaria de la población en Gaza, cuyo precio desgarrador lo pagan especialmente los niños, los ancianos y los enfermos”.
El pontífice recibió la llamada del premier israelí en su residencia estival de Castel Gandolfo donde abordaron el caso del “ataque militar del ejército israelí ocurrido ayer que alcanzó la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, causando la muerte de tres personas y dejando a otras heridas, algunas de ellas de gravedad”.
El ataque, que provocó la condena unánime de la comunidad internacional, se produjo cuando había más de 400 personas desplazadas y que se encontraban en el interior de la capilla, entre ellos niños y personas con necesidades especiales.
El ataque cobró la vida de tres personas y varios heridos, entre ellos el párroco, Gabriele Romanelli, al que el Papa telefoneaba todos los días. El Santo Padre reiteró también a Netanyahu “la urgencia de proteger los lugares de culto y, sobre todo, a los fieles y a todas las personas en Palestina e Israel”.
TRAGEDIA
La noche del jueves, el premier israelí lamentó que “una munición perdida” del Ejército israelí impactara en la iglesia y aseguró que “cada vida inocente perdida es una tragedia”, en un mensaje que se produjo solo después de haber conversado por teléfono con el presidente estadounidense Donald Trump.
Antes de su conversación con Netanyahu, el Papa había instado a “detener la innecesaria matanza de inocentes” tras el “injustificable ataque” israelí contra la parroquia y telefoneó al Patriarca Latino de Jerusalén, el cardenal Perbattista Pizzaballa, para “interesarse por la situación en Gaza” y “el estado del padre Romanelli y de las demás personas heridas en el injustificable ataque”.
Pizzaballa y el Patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III, arribaron este viernes en Gaza con 500 toneladas de ayuda para la población civil y el Gobierno italiano ha pedido a Israel “que detenga las acciones militares y garantice plenamente la seguridad de los dos enviados en su importante misión”.