
El gobierno sirio aseguró que las fuerzas de seguridad han recuperado la paz en la ciudad meridional de Sweida, esto luego de una serie de combates en la región entre milicias drusas, en control del enclave, y “combatientes tribales”, beduinos y sunitas. La oficialidad siria detalló que “soldados estatales” fueron enviados a la ciudad para replegar a todos los combatientes.
Tras al menos una semana de intensa violencia sectaria en contra de la población drusa en los barrios de Sweida, el Ministerio del Interior afirmó que “luego de arduos esfuerzos para implementar el acuerdo de alto al fuego, después de que sus fuerzas se desplegaron en las regiones norte y oeste de la provincia de Sweida, la ciudad fue evacuada de todos los combatientes tribales y se detuvieron los enfrentamientos dentro de la ciudad”.
El vocero del Interior, Noureddine al Baba, adujo en su cuenta de X que el presidente sirio, Ahamed al Sharaa, anunció el día sábado un alto al fuego con efecto inmediato, no obstante, los combatientes sunitas y beduinos, aliados del gobierno sirio, continuaron su avance sobre Sweida, localidad de mayoría drusa.
“Ya no hay beduinos en la ciudad”, señaló Basem Fajr, portavoz del Movimiento de Hombres Dignos , una de las dos principales facciones armadas drusas en la región.
Luego del cese al fuego, un convoy conformado por 20 ambulancias fue despachado por el Ministerio de Salud sirio para atender la “urgente situación” en Sweida. A decir de las autoridades sanitarias, los equipos de socorro han sido desplegados en la ciudad y constan de personal médico “altamente capacitado” y dotado de insumos médicos especializados, además de “grandes cantidades de medicamentos y suministros de emergencia”.
Los enfrentamientos entre clanes beduinos y grupos sunitas en contra de las milicias drusas se extendieron por una semana a raíz de un robo violento y el secuestro de un empresario perteneciente a esta última comunidad. La crisis orilló al Ejército Sirio a movilizarse en torno de la región para recuperar el orden, no obstante, el arribo de las fuerzas armadas intensificó la violencia hasta ser contabilizadas 936 víctimas mortales, consecuencia directa de los enfrentamientos. Tras la tregua anunciada por la gestión de Ahmed al Sharaa, la ciudad continúa en control de las milicias drusas locales.