
El Ministerio de Justicia de Etiopía anunció la condena a muerte de cinco personas responsables de delitos relacionados con la trata de personas y el cruce ilegal de fronteras. La sentencia, dictada bajo una ley que contempla penas severas para crímenes de este tipo, busca enviar un mensaje contundente ante el aumento de las redes de tráfico humano en la región.
Aunque el país no ha ejecutado a ningún condenado desde 2007 (según datos de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte), las autoridades subrayan que la decisión refleja la preocupación creciente del Estado frente al crimen organizado transnacional que pone en riesgo la vida de miles de etíopes.
El viceministro de Justicia, Belayihun Yirga, señaló que muchas víctimas de estas redes mueren en su intento por emigrar a través de rutas irregulares y que el gobierno ha intensificado sus esfuerzos con campañas de sensibilización, cooperación regional y nuevas iniciativas legislativas. Países como Yibuti, Kenia y Malaui participan ya en acciones conjuntas para desmantelar estas estructuras ilegales.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha advertido sobre el alto riesgo que enfrentan los etíopes en la ruta oriental hacia el Golfo Pérsico, pasando por Yibuti o Somalilandia. El camino, plagado de conflictos armados y condiciones extremas, sigue siendo transitado por miles de personas cada año, en busca de mejores oportunidades en países como Arabia Saudí.
La tragedia más reciente ocurrió el pasado sábado, cuando una embarcación con más de 150 migrantes, en su mayoría etíopes, naufragó frente a las costas del Yemen. Hasta ahora, se han recuperado al menos 59 cuerpos.