Al menos 52 personas murieron este martes en la Franja de Gaza a causa del fuego israelí, según reportes de hospitales locales. De los fallecidos, 28 perdieron la vida mientras intentaban acceder a puntos de distribución de ayuda humanitaria, en una jornada marcada por la violencia y el creciente deterioro de la situación humanitaria en el enclave.
Fuentes médicas de los hospitales Shifa, Naser y Al Awda confirmaron que entre los fallecidos hay dos enfermeros y al menos seis personas que se dirigían a un punto de reparto operado por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), ubicado en el centro del territorio. La GHF, una organización de carácter polémico respaldada por iniciativa israelí desde mayo, ha sido escenario de varios episodios de violencia en los últimos meses.
Los datos divulgados por las autoridades sanitarias palestinas revelan que, desde el inicio de la ofensiva israelí tras los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023, han muerto al menos 60,933 gazatíes. Casi la mitad de las víctimas son mujeres y niños. A ello se suman más de 150,000 personas heridas y una grave crisis humanitaria derivada del prolongado asedio militar y el bloqueo a la entrada de ayuda.
Uno de los aspectos más alarmantes del conflicto ha sido la creciente cifra de muertes relacionadas con la búsqueda de alimentos y asistencia. Según los registros médicos, más de 1,500 personas han fallecido en este contexto, ya sea en los puntos de reparto o en las rutas seguidas por los escasos camiones de ayuda de la ONU y otras organizaciones que logran ingresar al enclave.
La situación alimentaria se agrava día con día. Desde el inicio del conflicto, al menos 188 personas 94 de ellas menores han muerto por hambre o desnutrición, de acuerdo con el último informe publicado este lunes por el Ministerio de Salud de Gaza. La mayoría de estas muertes se ha producido en las últimas semanas, a raíz de un bloqueo casi total a la entrada de ayuda entre el 2 de marzo y el 19 de mayo, período durante el cual no se permitió el ingreso de suministros humanitarios.
Aunque actualmente se permite la entrada de ayuda de manera limitada, organizaciones humanitarias denuncian que la asistencia es insuficiente para cubrir las necesidades mínimas de la población. Israel mantiene el control de todos los accesos terrestres, marítimos y aéreos a la Franja, lo que convierte el flujo humanitario en un proceso lento y altamente condicionado por decisiones militares y políticas.
Diversas agencias internacionales han reiterado sus llamados urgentes a garantizar corredores humanitarios seguros y sostenibles, ante el riesgo inminente de hambruna generalizada. Mientras tanto, los gazatíes siguen atrapados entre los bombardeos y la escasez, en un conflicto que parece lejos de una resolución y que, este martes, volvió a cobrarse decenas de vidas.