Mundo

El gobierno ha anunciado la presencia de delegaciones internacionales, aunque no ha precisado qué países han confirmado su asistencia

Bolivia celebra su Bicentenario entre crisis económica, divisiones políticas y clima preelectoral

Bolivia celebra su Bicentenario entre crisis económica, divisiones políticas y clima preelectoral

Bolivia conmemora este miércoles los 200 años de su independencia en un contexto de profunda crisis económica y crecientes tensiones pollíticas, a solo once días de las elecciones generales. A pesar del carácter histórico de la fecha, los festejos han quedado parcialmente eclipsados por el difícil panorama nacional.

Los actos oficiales del bicentenerio tienen lugar en Sucre, capital constitucional del país y sede del órgano Judicial . Fue precisamente en esta ciudad donde, el 6 de agosto de 1825, se firmó la proclama de independencia en la emblemática Casa de la Libertad, marcando el nacimiento de la república tras años de lucha contra el dominio colonial español.

La celebración del bicentenario contempla una sesión de honor de la Asamblea Legislativa, en la que se espera un mensaje del presidente Luis Arce. El gobierno ha anunciado la presencia de delegaciones internacionales, aunque no ha precisado qué países han confirmado su asistencia. Desde enero, diversas actividades culturales y educativas han sido organizadas en el marco de esta conmemoración.

Sin embargo, el contexto actual dista mucho del espíritu de unidad que suele acompañar estas fechas. El país atraviesa una seria crisis económica evidenciada por la escasez de dólares, el desabastecimiento de combustibles y el alza en los precios de productos básicos, lo que ha generado protestas sociales en los últimos meses.

Diversos sectores, incluidos analistas, empresarios y líderes de la oposición, sostienen que la situación actual refleja el agotamiento del “Modelo Económico Social Comunitario Productivo”, impulsado por el oficialismo desde la gestión del expresidente Evo Morales y continuado por Arce. No obstante, el mandatario ha defendido su política económica y responsabiliza a la oposición, e incluso a parlamentarios del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) leales a Morales, de sabotear su gestión al bloquear la aprobación de créditos internacionales.

La fractura interna en el MAS ha marcado también el clima político en el país. Desde fines de 2021, Arce y Morales han mantenido una relación distante, con diferencias que se profundizaron este año ante la disputa por el control del partido y la definición de la candidatura presidencial. Finalmente, el oficialismo optó por postular a Eduardo del Castillo, exministro de Gobierno, dejando fuera a Morales, quien ya no puede legalmente volver a postular debido a una restricción constitucional.

El expresidente, sin partido y sin posibilidad de competir oficialmente, ha respaldado la campaña por el voto nulo promovida por sus seguidores, en protesta por la exclusión de su candidatura. En junio, sectores afines a Morales bloquearon rutas en varias regiones del país para exigir su inscripción, en acciones que en algunos casos derivaron en episodios de violencia.

Así, la efeméride nacional trasncurre entre el recuerdo de la lucha por la idependencia y la fragmentación política que hoy caracteriza el país. Ocho fuerzas políticas competirán el próximo 17 de agosto por la presidencia, la vicepresidencia y los escaños de la Asamblea Legislativa Plurinacional para el periodo 2025-2030.

A dos siglos de su nacimiento como república, Boliva enfrenta una encrucijada política y económica.

Tendencias