
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado urgente este martes a los países africanos para que asuman la responsabilidad directa de financiar sus sistemas de salud a través de sus presupuestos nacionales, como una medida clave para garantizar la soberanía sanitaria y enfrentar las múltiples crisis que afectan al continente.
“El financiamiento de sistemas de salud sólidos y resilientes debe ser responsabilidad de los gobiernos. La fuente más eficiente y equitativa es el presupuesto nacional”, subrayó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante la apertura de la Cumbre Africana sobre la Soberanía Alimentaria, celebrada en Accra, la capital de Ghana.
El evento reúne a líderes políticos, exmandatarios y actores internacionales del ámbito de la salud y el desarrollo, en un contexto marcado por drásticos recortes en la ayuda internacional provenientes de Estados Unidos y Europa. Estas reducciones han puesto en riesgo la atención médica de millones de personas en África, una región que además enfrenta brotes persistentes de enfermedades como mpox (antes conocida como viruela del mono) y cólera.
Durante su intervención, Tedros enfatizó que, aunque el capital privado y la filantropía pueden complementar los esfuerzos gubernamentales, nunca deben reemplazarlos. “Más dinero no es suficiente; lo importante es cómo se utiliza ese dinero”, afirmó, alertando sobre el hecho de que hasta un 13 por ciento de los presupuestos sanitarios de países de ingresos bajos y medios no se ejecutan eficazmente debido a sistemas financieros públicos débiles, muchas veces afectados por la corrupción.
“Eso no solo representa dinero perdido. Lo que es más grave, significa vidas perdidas”, agregó el jefe de la OMS.
Entre las soluciones que la organización promueve junto con los gobiernos africanos se encuentran:
- El diseño de paquetes de servicios sanitarios esenciales y sostenibles.
- Políticas públicas costo-efectivas.
- Nuevos impuestos sobre el tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas.
- Inversión en la producción local de medicamentos.
- Compra conjunta de insumos médicos a nivel continental.
Tedros también señaló que las limitaciones estructurales, como la carga de la deuda externa y la fragmentación de la ayuda internacional, impiden una planificación sanitaria a largo plazo. “La financiación de los donantes muchas veces esquiva los sistemas nacionales, socavando su capacidad de fortalecerse. África no necesita caridad, necesita términos justos”, sostuvo.
Por su parte, el presidente anfitrión, John Dramani Mahama, llamó a romper con la idea de que la salud es un gasto improductivo. “Debemos rechazar la noción obsoleta de que invertir en salud perjudica nuestras economías. La salud es, de hecho, el motor de la productividad y la base del crecimiento inclusivo”, dijo ante los asistentes.
También participaron en la cumbre figuras destacadas como los expresidentes Olusegun Obasanjo, de Nigeria, y Ellen Johnson Sirleaf, de Liberia, así como representantes de la Unión Africana y líderes de organizaciones internacionales.
Durante el encuentro se prevé aprobar la llamada Iniciativa de Accra, un documento orientado a la acción que establecerá principios compartidos, indicadores clave y una hoja de ruta para transformar la gobernanza sanitaria global desde una perspectiva africana.
La cumbre forma parte de los esfuerzos liderados por el presidente de Ruanda, Paul Kagame, y otros líderes del continente para consolidar una estrategia unificada que permita a África tomar control de su desarrollo sanitario y reducir su dependencia del exterior.
En palabras de Tedros: “La salud no puede seguir siendo una carga ajena ni una dádiva condicionada. Debe ser un derecho garantizado por los propios gobiernos, con visión, compromiso y responsabilidad financiera.”