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Abbott redobla la apuesta y envía nuevo autobús con migrantes a casa de Kamala Harris

El gobernador de Texas mantiene su pulso con el gobierno federal, al que acusa, sin motivo real, de mantener una política de puertas abiertas en la frontera sur

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Migrantes hacen fila tras llegar a Washington D.C. procedentes de Texas en un autobús fletado como arma política por el gobernador Greg Abbott, este jueves 15 de septiembre.

Migrantes hacen fila tras llegar a Washington D.C. procedentes de Texas en un autobús fletado como arma política por el gobernador Greg Abbott, este jueves 15 de septiembre.

EFE / EPA / Jim Lo Scalzo

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, envió este sábado un nuevo autobús con unos 50 migrantes indocumentados a las puertas de la residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en Washington, un gesto criticado por organizaciones de derechos humanos.

La mayoría de migrantes son de Venezuela, incluido un bebé de un mes, que fueron apeados en las inmediaciones del Observatorio Naval, al noroeste de la capital estadounidense, residencia de Harris, informó la cadena ultraconservadora Fox News.

Organizaciones humanitarias atendieron a estas personas con alimentación y ropa, y las trasladaron rápidamente a albergues en Washington.

Otros tres autobuses con migrantes enviados por el gobierno de Texas llegaron este sábado a Nueva York, como parte de la estrategia electoralista del gobernador texano para criticar la política migratoria del presidente, Joe Biden.

En abril pasado, Abbott anunció su intención de mandar a indocumentados a Washington, en respuesta a la decisión del gobierno de Biden de rescindir una normativa sanitaria que permitía expulsarlos por la pandemia de COVID-19, que no llegó a ponerse en marcha por el bloqueo de los tribunales.

A principios de agosto, los autobuses con migrantes comenzaron a llegar a la ciudad de Nueva York y este mes a Chicago.

El pasado jueves, dos autobuses fletados por Texas llegaron sin previo aviso a las puertas de la residencia de Kamala Harris en lugar de la estación de trenes de Washington, la Union Station, donde las ONG estaban esperando a los migrantes.

Ese mismo día, el gobernador de Florida, el también republicano Ron DeSantis, se sumó a la estrategia de Abbott y fletó dos aviones para enviar a migrantes indocumentados a Martha's Vineyard, exclusiva isla del estado de Massachussetts, donde tiene una residencia el expresidente Barack Obama (2009-2017).

Conmoción en Martha’s Vineyard

En paralelo a las acciones de Abbott, el gobernador de Florida, el ultraconservador Ron DeSantis, ha tomado una iniciativa similar al enviar un autobús con 50 migrantes hasta la isla de Martha’s Vineyard, en Massachusetts, aunque el gobierno de ese estado es también republicano.

Mientras el gobierno local ha ofrecido a los migrantes un traslado voluntario provisional a una base militar próxima, perdura la conmoción en la comunidad del pueblo isleño de Edgartown, de 5 mil habitantes, del total de 17 mil que tiene Martha’s Vineyard.

Iván Espinoza Madrigal, director ejecutivo de la organización Lawyers for Civil Rights, que está ofreciendo asistencia legal a los venezolanos, explicó a Efe en un correo electrónico que no se puede visitar a los migrantes en el campamento donde se encuentran alojados transitoriamente, aunque los abogados sí que han tenido acceso.

Dijo que "no está claro", pero que las familias podrían dejar el campamento "tan pronto como la próxima semana".

Mientras, Edgartwon, volvía este sábado a la normalidad después de haberse movilizado para asistir a los migrantes.

Nada más al llegar los venezolanos, la escuela del pueblo se puso a cocinar y a las pocas horas tuvieron que pedir a los vecinos que dejaran de traer alimentos y ropa, porque tenían demasiados y no podían almacenarlos.

Mary Ellen Guyther, que atiende el centro de visitantes municipal, indicó a Efe que se siente muy orgullosa de su comunidad y que fue "maravilloso" ver cómo sus vecinos se unieron para ayudar a los migrantes, porque "a la gente buscando una vida mejor hay que ayudarla".

La maestra retirada criticó que los líderes políticos no se hubieran coordinado entre ellos para la llegada de los migrantes y aseguró que les hubiera gustado acogerlos. No obstante, recordó que la isla tiene una "comunidad de verano", donde en invierno no hay trabajo ni para los propios habitantes del pueblo.