Se agrava la salud de Benedicto XVI; el papa pide rezar por él: “Está muy enfermo”
El estado del papa emérito, de 96 años, se ha agravado en las últimas horas, confirmó el Vaticano
santa sede
Francisco saluda a Benedicto XVI, en presencia de su ayudante, el cardenal Georg Gaenswein, durante una visita en julio
El Vaticano confirmó este miércoles que en las últimas horas se ha agravado el estado de salud del papa emérito Benedicto XVI "por el avance de la edad", pero "la situación por el momento sigue bajo control" de los médicos.
El alemán Joseph Ratzinger, de 96 años, renunció al pontificado en febrero de 2013 y desde entonces vive en el convento Mater Ecclesiae en el interior de la Ciudad del Vaticano.
Al final de la audiencia general de este miércoles el papa Francisco, de 86 años, se dirigió al monasterio donde reside el papa emérito para visitarlo.
Lee tambiénBenedicto XVI pide perdón por "abusos sexuales y errores" de la Iglesia Católica
"Pido una oración especial para el papa Benedicto XVI que en el silencio está sosteniendo la Iglesia y recordar que esta muy enfermo y pidiendo al Señor que lo consuele y lo apoye en que este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final", dijo el pontífice argentino durante la audiencia general.
Segundo papa en abdicar
Benedicto XVI, el segundo papa en renunciar al pontificado, tras Gregorio XII, quien abdicó a principios del siglo XV, ha salido en muy pocas ocasiones de los muros leoninos. Una vez para visitar a su inseparable hermano en el hospital en junio de 2020 cuando viajó hasta Ratisbona para verlo de nuevo pocas semanas antes de que muriera.
Mientras tanto, del protegido y hermético convento Mater Ecclesiae, en los jardines vaticanos, donde desde 2013 vive apartado Benedicto XVI tras su renuncia, no salió ninguna información.
La última fotografía del emérito la publicó el pasado 1 de diciembre la Fundación Joseph Ratzinger, cuando el papa emérito recibió en su residencia a las dos personalidades galardonadas con el Premio Ratzinger, el biblista francés Michel Fédou y el jurista judío Joseph Weiler.
Como en las últimas imágenes, a Benedicto XVI se le veía sentado en el sofá junto a su fiel secretario, Georg Gänswein, y aparecía muy delgado, pero atento a la conversación.
En silencio, pero lúcido
Todos los que le han visitado en los últimos meses aseguran que Ratzinger habla con un hilo de voz, que no camina y se le ve muy frágil, pero que está completamente lúcido.
En otras fotografías recientes se le ha visto en silla de ruedas por los jardines vaticanos tomando un poco el sol, lo que es, según cuentan desde su círculo más cercano, algo habitual, porque el papa emérito mantiene una disciplina a pesar de la edad.
Concelebra la misa a las 7.30 y después escucha música en su sofá, mientras a veces recibe algunas visitas.
El pasado agosto recibió a los nuevos cardenales que, junto con el papa Francisco, fueron a visitarle.
El fantasma de la pederastia
Los últimos meses los ha pasado en silencio, excepto a inicios de año cuando tuvo que salir al paso de las acusaciones de cómo había gestionado algunos casos de sacerdotes acusados de abusos a menores cuando era arzobispo de Munich y que habían surgido en el informe redactado por la Iglesia alemana sobre la pederastia.
En una histórica declaración pública, Benedicto XVI afirmó: "He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia católica. Tanto más grande es mi dolor por los abusos y errores que se han producido durante el tiempo de mi mandato en los respectivos lugares".
Te recomendamos
