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Ayuda a los refugiados palestinos se agotará en febrero tras el boicot de países donantes

UNWRA lamenta que 2 millones de palestinos tengan que ser castigados por 12 trabajadores, expulsados por participar presuntamente en el ataque del 7-O

guerra en oriente medio

Centro de UWRA en una escuela de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza

Centro de UWRA en una escuela de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza

EFE

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), en el ojo del huracán, tras denunciar Israel que al menos 12 trabajadores participaron en el ataque terrorista de Hamás del pasado 7 de octubre, advirtió este lunes que no podrá continuar ayudando a Gaza después de febrero si los países que le han retirado su apoyo económico no levantan su boicot y reanudan su financiamiento.

Hasta este lunes, 16 países se sumaron al boicot, entre ellos algunos de los principales donantes, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Australia y Japón. Otros grandes donantes, como España o Arabia Saudí anunciaron que seguirá manteniendo su cuota de aportaciones, tal como pidió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alegando que la investigación no ha concluido y de que ponen en peligro el salario de 30 mil trabajadores de la UNRWA y sobre todo la ayuda humanitaria de la que dependen más de dos millones de palestinos.

De hecho, el boicot sume en la incertidumbre a centenares de miles de personas que reciben asistencia, no sólo en los territorios ocupados, sino en varios países de Oriente Medio, en especial Jordania.

La UNRWA trabaja para brindar apoyo, protección y cubrir las necesidades más básicas de unos 5.6 millones de refugiados palestinos registrados en Jordania, el Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza, pero teme ser incapaz de seguir adelante si la comunidad internacional le da espalda y se queda sin fondos para la asistencia humanitaria de emergencia en el enclave palestino.

“Castigo colectivo”

El abogado del Centro Nacional de Derechos Humanos de Jordania, Isa al Maraziq, aseguró que la suspensión de la ayuda a la UNRWA viola los derechos humanos y los de los refugiados, y además afectaría a los garantizados por la ley internacional para estas personas, como la educación y la salud.

"Esta decisión es un castigo colectivo destinado a abolir la definición de refugiados palestinos y cancelar su derecho a regresar", destacó el abogado, quien señaló que el apoyo a la UNRWA había sido suspendido anteriormente durante la administración del expresidente estadounidense Donald Trump, aunque se retomó durante el mandato de Joe Biden.

Según este letrado, estos pasos contradicen el derecho garantizado por la Carta de las Naciones Unidas, en virtud de la resolución que estableció la Agencia de Ayuda de la UNRWA en 1949, para quienes sufren los "flagelos de la guerra".

Por su parte, el director del Centro de Estudios Políticos de Al Quds, Oraib Rantawi, considera que las acusaciones contra los trabajadores de la UNRWA fueron una reacción de Israel a la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que pidió al Estado judío evitar un genocidio en Gaza.

Consideró que Israel está trabajando para liquidar a la UNRWA en varias etapas: demonizarla, reducir la ayuda y transferir sus tareas al gobierno que asume la administración en Palestina.