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Boris Johnson se despide comparándose con el dictador romano que regresó al poder

Fiel a su estilo, el expremier se marchó con un “esto es todo amigos” y haciendo alusión enigmática al conspirador Cincinato

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Boris Johnson y su mujer toman caminos separados tras abandonar el 10 de Downing Street

Boris Johnson y su mujer toman caminos separados tras abandonar el 10 de Downing Street

EFE

Boris Johnson, el político conservador que pasará a la historia como el arquitecto del Brexit, se despidió este martes con un "esto es todo, amigos" al abandonar por última vez la residencia oficial de Downing Street como primer ministro británico.

Johnson, que anunció su renuncia en julio tras la rebelión de numerosos miembros de su Ejecutivo, viajó después a Escocia para presentar formalmente su dimisión a la reina Isabel II, de 96 años, en el castillo de Balmoral, un acto constitucional de rigor.

Sin abandonar su famoso sentido del humor, Johnson se comparó a un “cohete propulsor que ha cumplido su función y que ahora volverá a entrar suavemente en la atmósfera; y aterrizaré de manera invisible en algún lugar remoto y oscuro rincón del Pacífico".

También hizo referencias históricas al compararse al cónsul y dictador romano Lucio Cincinato, lo que motivó conjeturas sobre si Johnson piensa volver a la arena política, dado que este general romano se marchó a su finca negándose a intervenir en política para después volver brevemente para lidiar con una conspiración.

"Gracias a todos los que están en este edificio por cuidarme a mí y a mi familia durante los últimos tres años, incluido Dilyn, el perro. Y, si Dilyn y Larry (el famoso gato de Downing Street) han podido dejar atrás algunas dificultades, también puede hacerlo el Partido Conservador", subrayó.

Johnson había anunciado su intención de dimitir el pasado 7 de julio después de presidir un Gobierno criticado por el descontrol, la falta de rigor en la gestión y los continuos escándalos por las fiestas durante las restricciones anticovid, elementos que terminaron por pasarle factura.

Tras el discurso, saludó personalmente a sus seguidores en la calle de Downing Street antes de marcharse en coche.

Un país en crisis

Con su partida de Downing Street, Johnson deja, no obstante, a un Reino Unido sumido en una profunda crisis por el exponencial incremento de los precios de la energía y una inflación interanual que está en el nivel más alto en más de 40 años -10.1 %-.

También deja unas difíciles fricciones con la Unión Europea (UE) por el controvertido Protocolo de Irlanda del Norte del Brexit, el mecanismo pensado para controlar mercancías comunitarias y evitar una frontera física entre las dos Irlandas, así como un Sistema Nacional de Salud (NHS,en inglés) en crisis por las listas de espera que dejó la pandemia y la falta de personal sanitario.

En su último discurso como primer ministro, Johnson prometió dar todo el apoyo a su sucesora, Liz Truss, en una clara señal sobre la necesidad de unir al Partido Conservador.acompañado por su mujer, para volar a Escocia, donde veranea Isabel II.

En un principio estaba previsto que la reina viajara a Londres para el traspaso de poder, pero comunicó recientemente el cambio de planes, debido, según los medios, a los problemas de movilidad de la reina.

Esta es la primera vez en los setenta años del reinado de Isabel que el cambio de primer ministro tiene lugar en Balmoral. Los otros 14 ministros fueron recibidos por la reina en el Palacio de Buckingham.