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Breivik hace el saludo nazi en la vista para pedir su libertad vigilada

Se dan por nulas las opciones de que el tribunal apruebe su petición, por la gravedad de sus actos, el asesinato de 77 personas en Noruega en julio de 2011

El asesino fascista Anders Breivik hace el saludo nazi este martes 18 de enero en una audiencia en Skien, Noruega, para pedir su libertad vigilada. El asesino fascista Anders Breivik hace el saludo nazi este martes 18 de enero en una audiencia en Skien, Noruega, para pedir su libertad vigilada. (EFE / Ole Berg-Rusten / Pool)

El asesino fascista Anders Behring Breivik, quien mató a 77 personas en 2011 en Noruega, saludó con el brazo en alto al estilo nazi al tribunal en la vista para tratar de obtener su libertad vigilada. En la vista dijo que condena la violencia pero proclamó su fe en el nacionalsocialismo.

"Condeno la violencia y el terrorismo y los objetivos en el manifiesto (que publicó en 2011 al cometer los atentados). Pero eso no significa que no siga luchando por el triunfo del nacionalsocialismo en Noruega y Occidente", dijo Breivik en su declaración ante el tribunal.

Breivik había entrado en el gimnasio de la cárcel de Skien, donde cumple condena y lugar de celebración del juicio por motivos de seguridad, haciendo un saludo nazi, como ha hecho en otras comparecencias anteriores en el pasado.

El nazi noruego, de 42 años, mostró también una pancarta en la que se podía leer en inglés: "Detengan el genocidio contra nuestras naciones blancas". No existe tal genocidio.

Breivik afirmó que se había radicalizado a través de internet y que le habían "lavado el cerebro" y echó la culpa por los atentados que él cometió a quienes publicaron en internet las ideas que consumió y asimiló voluntariamente.

LIBERACIÓN IMPOSIBLE

El tribunal de Telemark (oeste de Oslo) ha programado tres días para las vistas de un proceso al que se ha acogido el nazi noruego una vez cumplido el tiempo mínimo de la condena fijada contra él en su día, una especie de prisión indefinida para presos peligrosos, aunque las perspectivas de que sea liberado son nulas.

Breivik fue condenado a 21 años de custodia, castigo máximo fijado entonces por las leyes noruegas y figura que puede equivaler a una cadena perpetua, ya que se puede prorrogar de forma ilimitada, aunque el reo tiene derecho a que sea revisada de forma periódica.

La fiscalía ya se opuso hace unos meses a la petición apelando que existe peligro real de que pueda cometer actos criminales graves de nuevo, de ahí que ahora la cuestión deba ser resuelta por el tribunal.

Breivik colocó una furgoneta-bomba en el complejo gubernamental de Oslo el 22 de julio de 2011, con la que que asesinó a 8 personas.

A continuación se desplazó a Utoya, escenario del campamento anual de las Juventudes Laboristas, donde ejecutó durante algo más de una hora a decenas de personas que consideraba defensores del multiculturalismo y una amenaza para Noruega.

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