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Cambio climático y El Niño elevarán la temperatura global "a límites desconocidos”

Entre 2023 y 2027 habrá un año por encima de 1.5 y se alcanzarán picos de 1.8. La sequía será extrema en Centroamérica, agravando aún más la calidad de vida

Mujeres caminan kilómetros para recoger agua en el estado indio de Karnataka, que padece una severa sequía

Mujeres caminan kilómetros para recoger agua en el estado indio de Karnataka, que padece una severa sequía

PTI

La combinación del cambio climático inducido por el ser humano y el fenómeno de El Niño hacen probable que las temperaturas mundiales alcancen niveles sin precedentes en los próximos años, según datos revelados este miércoles por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Los expertos de la organización pronostican que la temperatura media anual cerca de la superficie terrestre podría elevarse, de forma transitoria, más de 1.5 grados por encima de los niveles preindustriales (1850-1900) entre 2023 y 2027. En general, el planeta podría tener que soportar, en algunos momentos muy particulares, temperaturas hasta 1.8 grados más elevadas que la media del periodo 1850-1900.

“Se espera que en los próximos meses se instaure un episodio de El Niño, que ejerce un efecto de calentamiento. Sumado al cambio climático causado por las actividades humanas, elevará las temperaturas mundiales hasta límites desconocidos”, advirtió este miércoles el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.

Un año en el infierno

Según los cálculos utilizados, hay un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, así como el lustro en su conjunto, sean los más calientes jamás registrados.

“Esto tendrá repercusiones de gran alcance para la salud, la seguridad alimentaria, la gestión del agua y el medioambiente. Tenemos que estar preparados”, añadió a través de un comunicado Taalas, el máximo responsable de este organismo dependiente de la ONU y que agrupa a los principales servicios meteorológicos del planeta.

La Niña se fue en marzo

En el lado opuesto a El Niño está el fenómeno de La Niña, que contribuye a moderar las temperaturas. “El efecto de enfriamiento ejercido por las condiciones de La Niña durante gran parte de los últimos tres años frenó temporalmente la tendencia al calentamiento a más largo plazo”, explicó la OMM.

“No obstante, el episodio de La Niña terminó en marzo de 2023 y, según los pronósticos, en los próximos meses se instaurarán condiciones características de un episodio de El Niño”, fenómeno que calienta por encima de los normal grandes superficies del océano pacífico y repercute en todo el globe.

El recuerdo nefasto de 2016

Los expertos tienen en la cabeza el recuerdo nefasto de 2016. Ese año, El Niño estaba en pleno apogeo y 2016 se convirtió en el año más cálido en el planeta desde que comenzaron los registros fiables en el siglo XIX: la temperatura global se situó 1.1º por encima de la registrada en la era preindustrial.

“Hay un 98% de probabilidades de que, en al menos uno de los próximos cinco años, se supere el récord de temperatura alcanzado en 2016, cuando se produjo un episodio de El Niño excepcionalmente intenso”, alertó la OMM.

Sequía en Centroamérica y más calor en el Ártico

Aunque el aumento de las temperaturas será generalizado y afectará a todos los continentes, la OMM predice que este incremento será mayor en torno al Ártico.

En el extremo norte de la Tierra, la anomalía térmica podría suponer un aumento de las temperaturas tres veces mayor que en el resto del mundo.

Por otro lado, la OMM predice que las lluvias pueden ser más intensas en la región del Sahel, en el norte de Europa, en Alaska y el norte de Siberia.

En cambio, se prevén condiciones más secas en algunas partes de la Amazonía, América Central, Indonesia y Australia.

La previsón de sequía para Centroamérica agravará las duras condiciones de vida de muchos de sus habitantes, que serán forzados a emigrar de forma más intensa que en la actualidad.

Siglo y medio quemando combustible

El punto que los expertos toman de referencia cuando hablan de cambio climático es la media de la temperatura de la superficie del planeta en el periodo comprendido entre 1850 y 1900, es decir, antes de que comenzara la explosión industrial que llevó a quemar de forma masiva los combustibles fósiles —primero, carbón y luego se unieron gas y petróleo—, principales responsables de las emisiones que sobrecalientan el planeta.

En 2022, la temperatura media global superó en aproximadamente 1.15 grados Celsius el promedio de ese periodo preindustrial. El Acuerdo de París establecía como objetivo que el calentamiento no superase los dos grados y, en la medida de lo posible, se quedara por debajo de los 1.5.

Ahora el informe del Met Office y la OMM advierte de que hay “un 66% de probabilidades de que la temperatura media mundial anual en superficie supere transitoriamente en más de 1,5 grados los niveles preindustriales durante al menos uno de los próximos cinco años”.

Esto no implica que se pueda considerar que se ha incumplido ya la meta más ambiciosa del Acuerdo de París, porque la superación de esa barrera no debe ser puntual, sino estable y durante un periodo mayor de tiempo.

“Estos datos no significan que vayamos a superar de forma permanente el nivel de 1,5 grados previsto en el Acuerdo de París, que se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años. Aun así, la OMM da la voz de alarma sobre el hecho de que superaremos el nivel de 1,5 grados de forma transitoria y cada vez con más frecuencia”, advirtió Taalas este miércoles.

Supone, por tanto, una seria llamada de atención sobre el camino que ha tomado la humanidad y que conduce en las próximas décadas a dejar en papel mojado el pacto si no se produce un cambio drástico que no se ve en el horizonte. Se da por hecho que si el negacionista Donald Trump (o su rival republicano más peligroso, Ron De Santis) gana las elecciones en 2024, volverá a sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París, dejando sin esperanza que la humanidad consiga frentar el calentamiento global.