Vuelco en Chile, a veinte días de las elecciones. Una nueva encuesta situó este domingo en primer lugar en la carrera presidencial al ultraderechista José Antonio Kast, con un 22.2% de preferencia, por delante del que hasta ahora era el favorito, el izquierdista Gabriel Boric, que obtendría un 17.4%.
El sondeo Pulso Ciudadano colocó a la democristiana Yasna Provoste en tercer lugar (9.5%), en cuarto lugar, estaría el economista liberal Franco Parisi y en un humillante quinto puesto el oficialista y exministro Sebastián Sichel (6.9%), lo que refleja un acusado desplome de la popularidad del presidente Sebastián Piñera, quien será sometido a un juicio político por el Congreso, luego de que los Papeles de Pandora revelara que usó su cargo para enriquecerse.
El líder del Partido Republicano, formación ultra que tiene apenas dos años de recorrido, obtuvo en las elecciones de 2017 un 7.9% de los votos como candidato independiente.
Aunque no es la primera encuesta que muestra a Kast como primera preferencia, adelantando a Boric, exlíder estudiantil en la rebelión popular que logró tumbar la Constitución heredada de la dictadura pionchetista, sí lo es la velocidad con la que está acaparando popularidad y la sensación de que es caballo ganador, como predijo en una reciente visita a Chile Santiago Abascal, el candidato del partido ultraderechista español Vox, quien busca formar una “alianza para frenar el comunismo y el indigenismo” en América Latina con partidos de derecha desde México a Sudamérica.
“Yo, desde ya, prefiero apoyar derechamente en primera vuelta a José Antonio Kast”, anunció el martes pasado el senador Claudio Alvarado, del partido Unión Demócrata Independiente (UDI), una formación apegada a la doctrina derechista. La confesión de Alvarado, un congresista influyente, que dejó en evidencia un desangrado que todavía no se detiene.
La xenofobia vota ultra
Según los analistas, la creciente (y a veces violenta) homofobia por la llegada imparable de inmigrantes venezolanos es una de las razones por las que se ha visto favorecido Kast, quien está aprovechando la crisis migratoria para endurecer su discurso en favor del orden público y cerrar las fronteras.
Este es precisamente lo que pretende Abascal, criminalizar al inmigrante, para intentar ganar en España y que sus aliados hagan lo propio en América Latina, y “los rojos e indigenistas” —como define al socialista español Pedro Sánchez o al mexicano Andrés Manuel López Obrador— sean expulsados del poder.
Copyright © 2021 La Crónica de Hoy .