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Claves de este Supermartes paradójico: los más repudiados acarician la candidatura

Quince estados eligen hoy candidato presidencial, con Biden con el voto de protesta como rival en el bando demócrata, mientras Haley, ahora sí, podría rendirse si la humilla de nuevo Trump... y al mismo tiempo, pocos aspirantes generan tanto rechazo entre la opinión pública estadounidense

elecciones 2024 en estados unidos

Una pareja llega a un centro de votación este martes en Durham, Carolina del Norte

Una pareja llega a un centro de votación este martes en Durham, Carolina del Norte

EFE

¿Por qué es clave este Supermartes?

En la larguísima campaña de estas elecciones 2024 en Estados Unidos hay dos martes señalados, el 5 de marzo, y el 5 de noviembre. El primero es la gran batalla para elegir candidato presidencial, con 15 estados donde hay votaciones, y el segundo es el día de las elecciones presidenciales, en las que todo apunta a que será una repetición de la dramática contienda electoral que enfrentó en 2020 al demócrata Joe Biden con el republicano Donald Trump.

En esta ocasión son 14 estados y un territorio de ultramar que celebran primarias simultáneas de los partidos —Alabama, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont y Virginia, además de Samoa Estadounidense—, mientras que en el caso republicano hay caucus (asambleas locales) en Alaska y se dará a conocer los resultados de Iowa en el bando demócrata (que ha estado votando exclusivamente por correo desde el 12 de enero).

En los 16 estados que votan este Supermartes participan los dos que aportan más delegados, California y Texas, tanto en el bando republicano —169 y 155 respectivamente— como en el demócrata —415 y 228—.

Además, los votantes republicanos de Colorado tendrán la oportunidad de poder hacerlo por Trump, luego de que el lunes lo ordenara la Corte Suprema de EU, que levantó la prohibición de la Corte Suprema de Colorado, por considerar que Trump no era un digno candidato al cometer "insurrección" durante el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

¿Cuántos delegados están en juego para demócratas y republicanos?

En el Supermartes de este 5 de marzo están en juego el 35% de los delegados que elegirán en verano al candidato presidencial de ambos partidos.

En el campo republicano están en juego 854 delegados de los 1,215 delegados que se necesitan para ganar la candidatura presidencial. En el bando demócrata están en juego 1,420 delegados de los 1,968 necesarios.

El expresidente Trump sumaba antes del Supermartes 273 delegados, frente a 43 de su única rival, la exgobernadora Nikki Haley.

En cuanto al presidente Biden, sumaba antes del martes 206 delegados y no tiene rival de entidad, de forma que esta elección sólo medirá su fortaleza frente al voto protesta.

A pesar de su indiscutible ventaja, ni Biden ni Trump lograrán este Supermartes ganar matemáticamente la nominación y tendrán que esperar al resultado de las contiendas estatales a finales de marzo.

¿Siempre ha sido súper el Supermartes?

No, la cifra varía de año en año, dependiendo del calendario estatal de cada partido.

A veces es un miniSupermartes, como en 1996, donde sólo coincidieron siete estados, mientras que el récord lo ostenta la campaña de 2008, cuando el rebautizado Gigamartes convocó el mismo día a 24 estados.

En 1996, el republicano Bob Dole se declaró “candidato presidencial” tras ganar en las siete contiendas estatales, celebradas en Florida, Texas, Oklahoma, Tennessee y Misisipi, Luisiana y Oregon. En el bando demócrata ganó el presidente Bill Clinton, ya entonces favorito a la reelección en noviembre, tras sacar hasta doce puntos de diferencia a su adversario en las encuestas… que no fallaron.

Mucho más apasionante fue el Gigamartes del 5 de febrero de 2008, cuando el senador Barack Obama, un desconocido a nivel nacional apenas cuatro meses antes, ganó en 13 estados a su rival, la archiconocida exprimera dama Hillary Clinton, quien ganó en ocho. El mayor Supermartes de la historia de EU acabó finalmente en empate técnico, porque, aunque el aspirante afroamericano ganó en más estados, la senadora empató en número de delegados porque se llevó los estados más importantes.

Ocho meses después, el “desconocido” Obama se convertiría en el primer negro de la historia de EU en ganar las elecciones presidenciales, tras derrotar al republicano moderado John McCain.

¿En caso de que Trump arrase en este Supermartes, tirará la toalla Haley?

La exgobernadora de Carolina del Sur fue humillada en las primarias de su propio estado, donde ganó con contundencia Trump, y sólo ha logrado una victoria irrelevante, este fin de semana, en el Distrito Columbia, probablemente el único punto donde el conservadurismo tradicional resiste al radicalismo trumpista. Por tanto, la sorpresa de la noche sería que se impusiera en uno o dos estados al favorito indiscutible.

Lo previsible es que la exembajadora de la ONU esté en condiciones de convertirse en uno de los aspirantes presidenciales que más derrotas acumula en su haber, si se empeña en no tirar la toalla. Es muy probable también que, en caso de una nueva humillación, su menguante círculo de confianza la convenza para que renuncie, si no quiere que su defensa de una visión moderada del partido acaba siendo contraproducente y anime a los pocos votantes moderados republicanos que quedan a buscar un caballo ganador en otro lado… en este caso Biden.

¿Qué pasa si Biden recibe un voto de protesta progresista mayor de lo esperado?

El presidente se ha negado hasta el momento a escuchar las alarmas sobre su baja popularidad, no sólo entre la opinión pública general, sino entre los propios votantes demócratas, que lo ven “demasiado viejo” para otro mandato de cuatro años (cumple 82 en noviembre).

De hecho, el máximo logro de Biden es haber conseguido que ningún peso pesado del partido o una figura emergente le haya plantado cara y trate de arrebatarle la candidatura demócrata.

Pero si el mandatario recibe esta noche un duro voto de protesta, no marcando su casilla en la papeleta, sería la señal más evidente o el grito de auxilio de los votantes progresistas de EU, que están aterrorizados con la posibilidad de un regreso del vengativo Trump a la Casa Blanca.

¿Cuál es la paradoja de estas elecciones 2024?

Básicamente, que los favoritos a convertirse de nuevo en candidatos presidenciales, Biden y Trump, son al mismo tiempo los que mayor rechazo generan en la opinión pública estadounidense.

Una encuesta de AP reveló recientemente que la mayoría de los adultos estadounidenses en general (56%) estarían “muy” o “algo” insatisfechos con Biden como candidato presidencial demócrata en 2024, y una mayoría similar (58%) estaría muy o algo insatisfecho con Trump como candidato republicano.

Casi 3 de cada 10 adultos estadounidenses, o el 28%, dicen que no estarían satisfechos con que Trump y Biden se convirtieran en los respectivos candidatos de su partido; los independientes (43%) son más propensos que los demócratas (28%) o los republicanos (20%) a expresar su descontento con el hecho de que ambos hombres obtuvieran nominaciones partidistas.

¿Y mientras llega el momento del escrutinio, por qué es el martes y no otro día de la semana?

En un país con pocos siglos de tradición, los rituales se hacen más sagrados que en otros países, como los europeos. Esto, unido al fuerte arraigo religioso y republicano de los padres fundadores dio como resultado la importancia del día elegido para ciertos rituales electorales.

Como relata El País, “en la sociedad religiosa y agraria de Estados Unidos del siglo XIX, el domingo era día de misa y descanso y el miércoles, de mercado. Muchos necesitaban una jornada de viaje en sus carruajes para desplazarse a votar, lo que excluía también el lunes y el jueves”, pero también excluía el sábado, dado que es víspera del Día del Señor.

Por tanto, las opciones se redujeron a martes y viernes, de cuya competencia salió ganador el primero, quizá debido a la proximidad del segundo al fin de semana de descanso para muchos estadounidenses.

Y dado que no hay tantos martes en el calendario desde enero al primer martes de noviembre, día de las elecciones presidenciales, muchos estados decidieron unirse para competir cada uno en un Supermartes el primero del mes de marzo.