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Confederación indígena y oposición se unen para tratar de destituir al presidente de Ecuador

La izquierda aprovecha el descontento social que impulsa las protestas, que, tras 14 días, suman cinco muertos y más de 200 heridos y siguen sin perspectiva de solucionarse

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La CONAIE exige frenar el alza a los precios de los combustibles y alimentos básicos, así como freno a mineras en  la amazonia.

La CONAIE exige frenar el alza a los precios de los combustibles y alimentos básicos, así como freno a mineras en la amazonia.

Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador

En Ecuador, el presidente Guillermo Lasso vive las horas más difíciles de su mandato tras ponerse en marcha, ayer, en la Asamblea Nacional, un proceso legal para decidir su posible destitución; la cual debe ser decidida en un plazo máximo de tres días.

La sesión extraordinaria inició la tarde del sábado con la participación de 135 legisladores, de manera virtual debido a que el país se encuentra paralizado y hay seis regiones desde las que no se puede viajar.

La parálisis del país es el resultado de trece días de manifestaciones en las calles y un creciente número de choques con la policía que ya han generado 5 muertes y más de 200 heridos. El día más violento fue el jueves, cuando los inconformes intentaron irrumpir en el Congreso en una movilización que degeneró en un choque frontal con la policía y provocó tres muertes en esa jornada.

La etapa más grave de la crisis social comenzó desde el 13 de junio cuando la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) declaró el inicio de un Paro nacional indefinido, a raíz del aumento de los precios de combustibles y alimentos, así como deficiencias graves en el sistema de salud. Esto y otros problemas asociados al otorgamiento de concesiones mineras abusivas y disputas por acceso al agua fueron expuestos en una carta de 10 puntos que hasta ayer no había sido atendida por el gobierno del presidente Lasso.

Una mujer indígena ondea este viernes 24 de junio de 2022 una bandera ecuatoriana mientras se manifiesta contra el gobierno de Guillermo Lasso, en Quito, Ecuador.

Una mujer indígena ondea este viernes 24 de junio de 2022 una bandera ecuatoriana mientras se manifiesta contra el gobierno de Guillermo Lasso, en Quito, Ecuador.

EFE / José Jácome

Las movilizaciones sociales indígenas han crecido por el apoyo de simpatizantes de los partidos de oposición. Esto ha llevado a la parálisis en las principales carreteras y urbes del país que es habitado por 18 millones de personas, con una economía apoyada en la exportación de petróleo y plátano.

El viernes 24, tras el fallido intento de los manifestantes de entrar al congreso, el presidente Guillermo Lasso afirmó que estaba en marcha un intento de golpe de Estado en su contra y anunció que la policía y el ejército harían un “uso progresivo de la fuerza” en contra de los manifestantes. Este sábado se registraron en las calles nuevos enfrentamientos en los que se intentó dispersar a los manifestantes con gas lacrimógeno.

CRISIS SOBRE CRISIS

Guillermo Lasso es un ex banquero que sólo ha gobernado un año en Ecuador, desde mayo de 2021. Un mes antes de asumir el poder derrotó en las elecciones al candidato del grupo que había gobernado 12 años.

La actual crisis tiene una dimensión social, cuya expresión más clara es inconformidad de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, que desde que asumió la presidencia Lasso lo ha acusado de fraudulento y evasor de impuestos tras dar a conocer su fortuna en paraísos fiscales, que emergió en el escándalo llamado Pandora Papers, en octubre de 2021.

Posteriormente, la misma Confederación, fundada hace 35 años, acordó en enero de 2022 oponerse definitivamente a lo que ellos califican como “modelo neoliberal de desarrollo” del hombre que había asumido la Presidencia 8 meses antes.

De esta forma, el 18 de enero, la Confederación anunció que activaba su derecho a la resistencia:

El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, Leonidas Iza (centro), da un discurso frente a manifestantes en la sede de la Universidad Central, en Quito, Ecuador, el 23 de junio de 2022.

El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, Leonidas Iza (centro), da un discurso frente a manifestantes en la sede de la Universidad Central, en Quito, Ecuador, el 23 de junio de 2022.

EFE / José Jácome

“En base a un análisis de los problemas que enfrenta el país sumido en una crisis económica y sanitaria, sobre la cual, el Gobierno Nacional poco o nada ha hecho en favor de las mayorías, al contrario, su política neoliberal va en favor de los grandes grupos económicos que acumulan riquezas y hacen más amplia la brecha de desigualdad social; y su política de privatizaciones de los sectores estratégicos representan un saqueo del país en favor de las multinacionales”, dice el comunicado de su asamblea.

A la par de la confrontación con ese grupo social que afilia a

también una dimensión política, que se desarrolla en la Asamblea Nacional o congreso, donde el partido Unión por la Esperanza, del ex presidente Rafael Correa, ha promovido la solicitud legal de remoción de Guillermo Lasso.

En el fondo, la confrontación social en Ecuador es un econtronazo entre lo que ha sido llamado en ese país el socialismo del siglo XXI, representado por el partido de Correa, contra el regreso del neoliberalismo, que estaría personificado en el actual presidente. Entre estos dos polos, el hecho que detonó la crisis es el aumento descontrolado del precio de los combustibles, que el gobierno no ha subsidiado ni contenido y que daña todas las actividades económicas.

SESIÓN LEGISLATIVA EXTRAORDINARIA

El sábado por la tarde se informó que la Asamblea Nacional insteló la sesión oficial para analizar la posible destitución del presidente, con la asistencia de 135 legisladores, más la presencia del secretario jurídico de la Presidencia, Fabián Pozo

La petición para destituir como presidente a Guillermo Lasso la realizaron los asambleístas afines al expresidente Rafael Correa con el argumento de que el actual jefe del Poder Ejecutivo ha causado una grave crisis interna por sus políticas económicas.

La defensa del mandatario podría llevar a cabo él directamente, pero decidió que se hiciera cargo de ella Fabian Pozo.

La ley orgánica de la Asamblea obliga a que la sesión para debatir la destitución presidencial se convoque en menos de 24 horas desde la presentación de la solicitud

Luego del debate, el Parlamento tiene 72 horas para votar la continuidad del mandatario, para lo que requiere una mayoría de dos tercios, equivalente a 92 de los 137 asambleístas.

Los opositores políticos del actual presidente buscan acelerar el proceso de posible destitución, mientras el gobierno busca acelerar el diálogo con la Confederación que representa a los indígenas.

La sesión de la Asamblea se instaló pocas horas después de que representantes del gobierno se reunieran con el presidente de la CONAIE, Leonidas Iza, y otros líderes indígenas, en un primer acercamiento convocado por el presidente del parlamento, Virgilio Saquicela, quien destacó la voluntad de diálogo de las partes.

"Creo que este camino va a prosperar y creo que las partes están predispuestas a ese diálogo cediendo de parte y parte, sin condicionamientos sino llegando a acuerdos puntuales", dijo Leónidas Iza al expresar su esperanza de que mañana se pueda instalar una primera mesa de diálogo.

El compromiso más grande y difícil es la petición de que se reduzcan y congelen los precios de los combustibles, que se controlen los precios de los productos de primera necesidad, que no se privaticen empresas estatales y que no se amplíe la actividad petrolera y minera en la Amazonía. Sin solución de estos primeros puntos, la Confederación afirma que mantendrá los bloqueos carreteros y en las vías principales de Quito, Guayaquil y otras grandes ciudades ecuatorianas.