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El criminal de guerra Putin visita Mariúpol, la ciudad ucraniana que ordenó arrasar

Kiev dice que sólo se atrevió a hacerlo de noche, para no ver su destrucción

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Putin maneja un Toyota por las calles de Mariúpol junto al viceprimer ministro ruso Marat Jusnulin

Putin maneja un Toyota por las calles de Mariúpol junto al viceprimer ministro ruso Marat Jusnulin

EFE

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, desafío la orden de arresto por crímenes de guerra, emitida por la Corte Penal Internacional, con una visita a Mariúpol, la mayor ciudad ucraniana conquistada por las tropas rusas tras un año de invasión.

Putin hizo un breve recorrido en coche (manejado por él mismo) para supervisar las labores de reconstrucción de la ciudad que él mismo ordenó arrasar hace un año. Lo hizo, según denunciaron las autoridades de Kiev, "como corresponde a un ladrón: encubierto en la nocturnidad para no ver su completa destrucción".

Las autoridades ucranianas estiman que el 50 por ciento de las viviendas y el 90 por ciento de la infraestructuras de Mariúpol quedaron destruidas durante su captura por las tropas rusas.

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Los delitos de los que se le acusa ocurrieron al menos desde el 24 de febrero de 2022.

Recorrido nocturno

La “visita de trabajo” de Putin a Mariúpol, la primera que realiza el presidente ruso a la región del Donbás (este de Ucrania) desde que ordenó la invasión, el 24 de febrero de 2022, fue decidida, al parecer, de forma espontánea tras su estancia el sábado en Crimea, coincidiendo con el aniversario de la anexión de esa península, en 2014.

Según la oficina de prensa de la Presidencia rusa, Putin llegó en helicóptero a esa ciudad del sur de la región de Donetsk, a orillas del mar de Azov, que el año pasado fue escenario de encarnizados combates.

Putin hizo el recorrido acompañado del viceprimer ministro Marat Jusnulin, que supervisa los trabajos de reconstrucción, según se pudo apreciar en las imágenes difundidas por la televisión rusa.

"Era un grupo compacto de coches con el presidente. En uno de ellos él iba al volante", dijo Peskov en rueda de prensa, y añadió que a Putin "le gusta conducir".

El portavoz aseguró que el mandatario "cumplió todas las normas de tráfico" en su desplazamiento por la ciudad.

La visita a Mariúpol, así como la que efectuó este sábado a Crimea, en el noveno aniversario de la anexión de la península, no estaba prevista, según el Kremlin, y sorprendió tanto a funcionarios como a los periodistas que cubren las actividades del presidente ruso.

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Visita no libre de riesgos

Aunque Mariúpol se encuentra a unos 80 kilómetros de la línea del frente, las Fuerzas Armadas de Ucrania han declarado que la ciudad ya se encuentra al alcance de su artillería, por lo que el "carácter imprevisto" de la visita de Putin pudo deberse a motivos de seguridad.

El presidente ruso había sido criticado desde los sectores ultranacionalistas de su país por no visitar, salvo Crimea, ninguna de las otras cuatro regiones ucranianas anexionadas por Rusia, cuando su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, ha estado en varias ocasiones prácticamente en la primera línea del frente.

Vísperas de la llegada de Xi

El viaje de Putin a Crimea y el Donbás se produjo en vísperas de la visita de Estado que comienza mañana, lunes, a Rusia el presidente chino, Xi Jinping, por lo que no se descarta que su visita sea un mensaje a su huésped de que controla la situación en la zona del conflicto, pese a los escasos progresos en los campos de batalla.