La primera decisión del nuevo presidente colombiano, Gustavo Petro, tras recibir la banda presidencial y suceder al derechista Iván Duque en el poder fue ordenar que le llevaran la espada de Simón Bolívar desde la Casa presidencial de Nariño al acto popular de toma de posesión en el parque Bolívar de Bogotá.

Petro quería que la espada tuviera un rol central en el acto como homenaje a la liberación de América Latina del yugo español en el Siglo XIX, pero Duque se había negado a disponerla en el escenario. Así que Petro lo ordenó una vez investido, y cuatro soldados se la llevaron.

Al paso de la espada, las autoridades presentes en el acto presidencial se levantaron como señal de respeto al símbolo; todos menos uno: El rey Felipe VI de España, que se mantuvo sentado e impertérrito.

Ese gesto en el momento no generó controversia alguna, y el nuevo gobierno de Petro no ha hecho ningún comentario al respecto, sino que ha sido desde España que han comenzado a arreciar las críticas.

“Ofensa” e “intento de humillación”

Pablo Iglesias, antiguo secretario general del partido izquierdista Podemos, socio de gobierno del Partido Socialista (PSOE), tildó en Twitter el gesto del monarca de “osadía” y de un intento de “humillar la dignidad democrática de España y el honor de las naciones latinoamericanas” y solicitó al presidente español, Pedro Sánchez, que llame al orden al rey.

Iglesias remachó que la decisión de Felipe VI no fue “un gesto improvisado de soberbia senil como el tristemente famoso ‘por qué no te callas’”. El académico izqiierdista se refería al momento en que, en 2007, durante la XVII Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile, el rey emérito Juan Carlos I mandó callar al entonces presidente venezolano Hugo Chávez.

Podemos pedirá explicaciones al gobierno

El comentario de Iglesias suscitó el apoyo de numerosos dirigentes de la izquierda española más militante. Fuentes de Podemos aseguraron, en declaraciones que recoge el diario El País, que el partido considera el asunto “de una extrema gravedad”.

“Vamos a consultar al ministro de Exteriores si este acto irrespetuoso del jefe del Estado estaba refrendado por el gobierno como exige la Constitución Española”, agregó la formación morada.

La Casa del Rey de españa no ha hecho comentarios sobre la polémica, pero fuentes diplomáticas que, de nuevo, cita El País, se defienden asegurando que, como la presencia de la espada no figuraba en el protocolo, no habían dispuesto un plan sobre cómo actuar ante ella.

Un símbolo de la guerrilla

La importancia de la espada de Bolívar como símbolo de la liberación de los pueblos latinoamericanos se acrecenta para Petro porque la guerrilla socialista del M-19, a la que él perteneció en su juventud, robó el arma de un museo en Bogotá en los años setenta y solo la regresó al Estado cuando se desmovilizó, en 1990.