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Día Mundial del Medio Ambiente: contaminación plástica, el reto preocupante

Este año se enfoca en el impacto nocivo del plástico, una emergencia ambiental urgente que perjudica a ecosistemas, economías, sociedades y la salud humana

5 de junio

Filipinas, el país que más contamina con plástico en el mundo.

Filipinas, el país que más contamina con plástico en el mundo.

El mundo se asfixia entre toneladas de plástico. Un flujo indiscriminado y contaminante por producción y consumo de materiales sintéticos está dañando como nunca antes a la naturaleza, las economías y la vida en las sociedades. Es un problema que lacera, una rajada más en la piel del planeta que habitamos; otra huella injustificable del Antropoceno.

Este 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, este año dedicado al tema de la contaminación por plásticos, una emergencia ambiental que dispara las alarmas.

Y es que según el informe “Ahogo en plásticos: basura marina y desechos plásticos” dado a conocer por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) la producción mundial de plástico ha aumentado de forma preocupante: 400 millones de toneladas al año.

El problema está más allá de los márgenes ambientales. Demanda acciones y compromisos en distintos ámbitos de la responsabilidad social, la gobernanza y lo político. Sobre todo, en regiones donde la fuga del plástico se está desbordando y afecta violentamente a entornos como el marino.

Toda esa porquería plástica

Se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de plástico se filtran en los ecosistemas acuáticos cada año. Desde lagos hasta ríos y mares, desde fuentes terrestres; y se hace más grave por las contribuciones de fuentes marinas. Esta fuga de plástico combinada está teniendo un gran impacto en ecosistemas, economías, sociedades y la salud humana.

Este año la campaña del Día Mundial del Medio Ambiente tiene como lema “Sin contaminación por plásticos”. Costa de Marfil será el país anfitrión de la conmemoración.

En 2014, el país africano prohibió el uso de bolsas plásticas y, desde entonces, ha estado apoyando la transición hacia envases, envolturas y embalajes reutilizables. La ciudad de Abiyán se ha convertido en un centro para nuevas empresas orientadas a combatir el problema.

La contaminación por plásticos puede definirse como la acumulación de materiales plásticos en el medio ambiente que afecta negativamente a la vida silvestre, el hábitat de la vida silvestre y a los humanos. Los plásticos que actúan como contaminantes se clasifican en micro, meso o macro desechos, según su tamaño.

Las causas son diversas. Una de las principales, la basura. Cuando las personas tiran basura, a menudo no eliminan sus desechos adecuadamente. Toda esa porquería plástica termina en nuestros océanos, ríos y otras vías fluviales.

Otra causa es que gestionamos mal los residuos. Esto ocasiona que el plástico termine en el medio ambiente, donde puede dañar la vida silvestre y contaminar nuestro suministro de agua.

Muchos productos están hechos de plástico desechable, como bolsas, popotes y botellas con agua. Estas cosas tienen una estrecha vida útil, luego se desechan y terminan contaminando.

El proceso de fabricación de plástico también puede contaminar porque pequeñas piezas de plástico pueden liberarse al medio ambiente durante el proceso de fabricación. Los microplásticos son diminutas piezas de menos de 5 mm de tamaño. Provienen de cosméticos, productos para el cuidado personal o de la ropa. 

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Océanos sofocados

Según un estudio publicado en marzo pasado en la revista PLoS ONE, la concentración de plástico en los océanos muestra un aumento sin precedentes desde 2005. “Basándonos en nuestro modelo, estimamos que en 2019 flotaban (en el océano) entre 82 y 358 billones de partículas (171 billones de media) que pesan entre 1.1 y 4.9 millones de toneladas (2.3 millones de media)", dice el estudio.

Los investigadores, entre los que se encuentran científicos de EU, Suecia, Chile y Australia, analizaron datos globales sobre la concentración de plásticos en la superficie de los mares que abarcan desde 1979 hasta 2019.

Observaron que, desde 1990 hasta 2005, las cantidades de plástico variaron sin detectarse una tendencia clara, algo que podría deberse "a importantes políticas que se implementaron durante ese período", como la prohibición de descargar plásticos de los barcos incluida en el Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por Buques (Marpol).

A partir de 2006, sin embargo, a medida que creció la producción mundial, y que los macroplásticos que ya flotaban en la superficie del océano comenzaron a desintegrarse en microplásticos, la concentración de este tipo de compuestos aumentó considerablemente.

Asia, el “Ecoloco” del plástico

Un boletín de la agencia EFE fechado este 4 de junio indica que los 10 primeros países que más contaminan el mar con plástico son asiáticos, con excepción de Brasil (en el séptimo lugar). Los otros villanos son China, Indonesia, Birmania, Vietnam, Bangladesh y Tailandia, en ese orden.

Las poblaciones asiáticas echan al mar 836,488 toneladas métricas de plástico cada año, el 82.6 % del que se vierte en el mundo, con Filipinas como país más contaminante por muchos entre los demás: cada filipino vierte más de 3.3 kilos de plástico al año, 20 veces más que en China (170 gramos).

En el caso de Latinoamérica, en mayo pasado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el apoyo del PNUMA lanzaron el Hub de residuos plásticos y economía circular para América Latina y el Caribe.

Los datos arrojan que 4.3% de los residuos generados en América Latina y el Caribe fueron aprovechados, por debajo del promedio global. Se ignora el destino del resto de los residuos generados y 40.8% de estos son enviados al ambiente, lo que genera alerta en los niveles de contaminación e impacto ambiental que se está generando en ríos, lagos, mares, océanos, suelos y a la atmósfera.

Un grave problema es que los sistemas eficaces de gestión de residuos son caros, a menudo comprende el 20-50% de los presupuestos municipales. De ahí que los países necesitan instituir fuentes sostenibles de financiamiento, empezando por lo local y comunitario, para el desarrollo de infraestructura de gestión de residuos.

Soluciones a la vista

De acuerdo con el informe “Ahogo en plásticos: basura marina y desechos plásticos”, para mejorar la gestión de residuos es fundamental generar confianza dentro de las comunidades locales y desarrollar la escalabilidad al implementar nuevas tecnologías, negocios o productos.

Esto se logra mejor a través de asociaciones locales y mensajes dirigidos a grupos específicos. Igualmente, sugiere adoptar “soluciones” como desarrollar sustitutos plásticos alternativos de cosecha propia; por ejemplo, la fabricación de platos y tazones biodegradables a partir de hojas comprimidas.

El PNUMA también urge por fomentar cambios en tres ámbitos clave. La reutilización, es el primero. Es decir transformar la "economía de usar y desechar" hacia una "sociedad de la reutilización" en la que reutilizar los productos de plástico tiene más sentido económico que desecharlos.

En el informe se hace hincapié en la importancia de acelerar el mercado del reciclaje de plásticos para garantizar que reciclar se convierta en un negocio económicamente más rentable.

Y finalmente, la reorientación-diversificación en alusión a la transición del mercado hacia alternativas sostenibles al plástico, lo que requerirá un cambio radical en la demanda de los consumidores, los marcos normativos y también los costes.

@kromafilm