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La erupción de Tonga, fenómeno no visto en un milenio que estremeció el planeta

Lanzó roca a una altura el triple que el Everest y el tsunami tardó apenas 11 horas en alcanzar Alaska, a casi 10 mil kilómetros

Hongo de ceniza causado por la erupción en Tonga, captado por un satélite desde el espacio

Hongo de ceniza causado por la erupción en Tonga, captado por un satélite desde el espacio

Para que un evento sea visible desde el espacio es señal de que nos enfrentamos a un evento a escala planetaria que afortunadamente ocurre muy rara vez a escala humana. Esto fue lo que ocurrió el sábado —noche del viernes en México— cerca de la principal isla del reino de Tonga, cuando una brutal erupción volcánica submarina lanzó roca, ceniza, magma y vapor de agua a 30 kilómetros de altura (más del doble del pico Everest) y generó en 30 minutos un hongo de 350 kilómetros de diámetros. De haber ocurrido en regiones más pobladas y no en uno de los países más aislados del mundo, perdido en la inmensidad del Pacífico Sur, podríamos estar hablando de una catástrofe humanitaria, como el tsunami frente a la costa indonesia que mató a casi 300 mil personas de tres continentes en 2008.

Shane Cronin, profesor de vulcanología en la Universidad de Auckland, Nueva Zelandia, autor de más de 200 artículos científicos sobre la química y la física de los volcanes activos, está convencido de que la erupción de las características del volcán Hunga ocurre una vez cada mil años.

Pero, ¿qué fue exactamente lo ocurrió en el volcán que ha aislado a Tonga del mundo y cuyo tsunami mató a dos mujeres en Perú, a diez mil kilómetros de distancia?

“Demasiadas burbujas en la botella”

“En primer lugar, veamos la erupción —explicó el vulcanólogo a CNN—. Eventos de gran

magnitud ocurren aproximadamente una vez por década en todo el mundo. Pero para el volcán (de Tonga) una erupción de esta escala es una rareza. Basándome en mi investigación, utilizando la datación por radiocarbono para examinar las cenizas y los depósitos de erupciones anteriores, parece que esta última erupción es un acontecimiento que ocurre una vez en un milenio para el volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha'apai”.

Según explicó, el volcán Hunga tarda aproximadamente entre 900 y 1000 años en llenarse de magma, que se enfría y empieza a cristalizar, produciendo grandes cantidades de presión de gas en su interior. Cuando los gases empiezan a acumular presión, el magma se vuelve inestable. Piensa en ello como si pusieras demasiadas burbujas en una botella de champán: al final, la botella se romperá”.

“A medida que la presión del magma aumenta, la roca fría y húmeda que se encuentra por encima del magma falla y libera repentinamente la presión reprimida. La erupción que vimos el sábado lanzó roca, agua y magma a 30 kilómetros de altura —el triple que la altura del monte Everest—. En 30 minutos, la nube resultante vista desde el espacio, tenía más de 350 km de diámetro, y la ceniza cayó sobre varias islas de Tonga, causando un paisaje lunar”.

Las razones exactas de por qué esta erupción fue tan violenta todavía están siendo analizadas por los expertos. Un experto consultado por BBC creen que la velocidad con la que el magma derretido salió disparado del volcán pudo haber jugado un papel importante.

“Cuando el magma lleno de gas volcánico es impulsado a través del agua oceánica a altas velocidades, no hay oportunidad para que se enfríe. Y esta interacción combustible-refrigerante (cuando el magma entró en contacto con el agua del mar) causa una explosión química masiva. Aguas más profundas pudieron haberla suprimido, pero la superficie del volcán estaba apenas entre 150-200 metros bajo el agua” señaló.

¿Tsunami volcánico?

Aunque todavía no está claro qué causó exactamente el tsunami, hay al menos dos posibilidades distintas.

La primera tiene que ver con la fuerza expansiva de la erupción inicial, que creó una repentina liberación de presión, produciendo ondas supersónicas de presión de aire que fueron detectadas desde todos los puntos del planeta.

Las ondas atmosféricas y la explosión inicial afectaron a la superficie del océano, provocando las olas gigantes que luego golpearon la isla tongana de Tongatapu y la capital de Nuku'alofa.

La segunda hipótesis sobre la posible causa de las olas de tsunami podría haber sido los notables cambios en el interior del volcán Hunga. Tras la erupción, las imágenes satelitales muestran que la parte central del volcán, que antes se elevaba sobre el nivel del mar, desapareció bajo las olas. Esto indica que cuando se produjo la erupción, la repentina pérdida de magma probablemente creó una caldera o una depresión hueca. Este colapso podría haber desplazado el agua, generando olas de tsunami que irradiaron en toda la cuenca pacífica, desde Chile a Alaska, pasando por México.

Relámpagos como nunca vistos

La erupción del Hunga también fue asombrosa debido a todos los relámpagos generados. Esto se debe a la interacción electrostática de finísimas partículas de "ceniza" volcánica en el aire. Los satélites meteorológicos y los investigadores de los relámpagos consideran que se trata de uno de los acontecimientos más importantes que han visto nunca, con hasta 63 mil relámpagos cada 15 minutos.