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Un funeral católico con el ataúd cubierto por una bandera nazi escandaliza a Italia

A la ceremonia, por la muerte de un militante de extrema derecha, asistieron decenas de personas que realizaron la salutación fascista

ESCÁNDALO

Imagen aérea del funeral fascista celebrado este lunes.

Imagen aérea del funeral fascista celebrado este lunes.

Alba Sidera / Twitter: @albasidera

La policía italiana investiga un episodio en que un ataúd se vio cubierto con una bandera con la esvástica nazi durante el funeral en Roma de una militante de extrema derecha, en el que decenas de participantes realizaron el saludo fascista.

Este episodio ha indignado a los vecinos, a la sociedad italiana y a la diócesis de la capital, que este martes lo ha tachado de "episodio inaceptable".

Los hechos ocurrieron este lunes, cuando, al término de la misa por el funeral de Alessia Augello, miembro del movimiento neofascista Forza Nuova (FN), los presentes sacaron el ataúd a la calle, lo cubrieron con la esvástica nazi y comenzaron a realizar saludos fascistas.

La policía nacional ya ha iniciado una investigación para identificar a los responsables de colocar la bandera y ha identificado a varios participantes en el funeral, todos miembros de grupos de extrema derecha.

"Lamentablemente, lo que sucedió fuera de la iglesia al final de la celebración se llevó a cabo sin ninguna autorización por parte del párroco o del sacerdote celebrante, los cuales ignoraban lo que estaba a punto de suceder", dijo este martes el vicario de Roma, que tachó lo sucedido como una "instrumentalización ideológica grave, ofensiva e inaceptable".

Asimismo, subrayó que la esvástica nazi es un "un símbolo horrendo inconciliable con el cristianismo".

El incidente salió a la luz después de que un vídeo grabado por un vecino desde un balcón situado frente de la iglesia que mostraba la salida del féretro y los saludos fascistas, con la mano alzada, fuese publicado en redes sociales, levantando una gran indignación.

El líder nacional de FN, Roberto Fiore, y el de Roma, Giuliano Castellino, se encuentran en prisión desde el pasado 9 de octubre, cuando participaron en el asalto a la sede del principal sindicato del país, la CGIL, durante una protesta contra el certificado sanitario anticovid en la capital que terminó con fuertes disturbios.