
Los líderes del G20 reunidos en Roma alcanzaron este domingo un principio de acuerdo para mantener el techo del calentamiento global en 1.5 grados por encima del nivel preindustrial y emprender acciones para afrontar el problema, tras una noche de largas negociaciones.
"Seguimos comprometidos con el objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2°C y continuar los esfuerzos para limitarlo a 1.5 ° C por encima de los niveles preindustriales, también como un medio para permitir el logro de la Agenda 2030", reza el documento final.
Sin embargo los Veinte no situaron la fecha de descarbonización en 2050, como establece el Acuerdo de París, sino que hablan de llevarlo a cabo "alrededor de la mitad de siglo".
La intención del G20 era consensuar una postura común de cara a la Cumbre de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP26) que arranca este domingo en la ciudad británica de Glasgow (Escocia).
“Requerirá compromisos”
El G20, cuyos miembros acumulan el 80 % de la riqueza y el 60 % de la población del mundo, consensuaron inversiones por 100 mil millones de dólares para los países más vulnerables y acelerar la transferencia de tecnología a esos países para facilitar su transición ecológica.
El documento contiene una promesa de acelerar los esfuerzos para eliminar y racionalizar subsidios a combustibles fósiles; contempla un compromiso de no financiar las centrales alimentadas con carbón en otros países y señala el objetivo de alcanzar la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero antes o alrededor de mediados de siglo.
“El impacto del cambio climático con 1.5 grados es mucho menor que con 2. Mantener viable el objetivo del 1.5 requerirá compromisos y acciones significativas y eficaces por parte de todos los países”, señala el comunicado final.
No obstante, el texto, aunque certifica la voluntad de tomar acciones con ese objetivo, también subraya que eso dependerá de "las diferentes circunstancias nacionales".
“Porque lo dice la ciencia”
Las negociaciones han sido difíciles, pues se trata de una cuestión espinosa por la exigencia de limitar las emisiones y la producción industrial de las potencias.
Por eso el primer ministro anfitrión, el italiano Mario Draghi, minutos antes de que trascendiera el acuerdo, instó a sus socios del G20 en Roma a alcanzar un pacto para mantener el calentamiento global en 1.5 grados, después de que en julio China e India, dos de los países más contaminantes del mundo lo rechazaran.
"Algunos de nosotros se preguntan por qué están llevando nuestro objetivo climático de 2 grados a 1.5 ¿Por qué? Porque lo dice la ciencia", advirtió Draghi, presidente de turno del G20, ante sus socios en el plenario de la capital italiana.
Draghi llamó a sus socios a implementar la transición ecológica para reducir las emisiones: "No podemos retrasarlo más. Esta transición requiere un esfuerzo significativo y los Gobiernos deben estar preparados para ayudar a sus ciudadanos y empresas", dijo.
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