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Guterres pide a líderes gravar beneficios de la industria de las energías fósiles

El secretario general de la ONU abre la Asamblea General con un llamado a frenar el calentamiento global

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El secretario general de la ONU durante la apertura este martes de la Asamblea General

El secretario general de la ONU durante la apertura este martes de la Asamblea General

EFE

La ONU pidió este martes a los líderes internacionales que graven los beneficios extraordinarios de las empresas de energías fósiles y que destinen lo recaudado a ayudar a los países más afectados por la crisis climática y a quienes sufren por los precios de los alimentos y la energía.

El secretario general de la organización, António Guterres, ya había planteado la idea en los últimos meses, pero este martes la defendió ante los jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo en su discurso de apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Adictos al combustible

"Nuestro mundo es adicto a los combustibles fósiles. Es hora de una intervención", dijo Guterres, que subrayó que las empresas de ese sector tienen que rendir cuentas y que es momento de frenar la maquinaria de relaciones públicas y presiones políticas que las defiende.

El diplomático portugués dejó claro que no es posible acabar con estas fuentes de energía de un día para otro, pero reclamó una "transición justa" en la que los grandes contaminantes paguen.

"Hoy llamo a todas las economías desarrolladas a gravar los beneficios extraordinarios de las empresas de combustibles fósiles", recalcó.

Para Guterres, la crisis climática es el asunto que definirá esta era y debe ser "la prioridad número uno de todos los Gobiernos y organizaciones multilaterales".

El caso paquistaní

En ese sentido, denunció que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando y advirtió que el mundo se dirige a un "desastre climático", con efectos que ya comienzan a verse como las fuertes sequías de este año o las devastadoras inundaciones recientes en Pakistán.

"Ninguna región está a salvo y todavía no hemos visto nada. Los días más calurosos del verano hoy pueden ser los más frescos mañana", avisó.

La insistencia en los peligros de la crisis climática también fue subrayada por el presidente de la Asamblea General, el húngaro Csaba Körösi, que tomó la palabra inmediatamente después, antes de que comenzaran a tomar la palabra los jefes de estado de los diferentes países.

“El mundo está paralizado”

Además del cambio climático, Guterres advirtió sobre la situación de un mundo cada vez más fracturado, desigual e incapaz de resolver los grandes problemas que afectan a todos.

"El mundo está en peligro y paralizado", dijo Guterres a los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Nueva York, a quienes recordó que los grandes desafíos mundiales no pueden resolverse en solitario o con alianzas de países, sino que es necesaria una gran "coalición mundial".

"Tenemos un invierno de descontento global en el horizonte. Hay una intensa crisis de costo de la vida. La confianza se está desmoronando. Las desigualdades están explotando. Nuestro planeta se está quemando. La gente está sufriendo y los más vulnerables son los que más", avisó en su mensaje más pesimista desde que asumió el cargo, en 2017.