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Harvard anuncia que su rectora seguirá, pese a ambigua postura sobre antisemitismo

La primera mujer negra en presidir la prestigiosa institución no condenó abiertamente supuestos llamados al “genocicido judío”

guerra en oriente medio

Claudine Gay, rectora de la universidad de Harvard, testificó ante el comité de Educación del Congreso de EU, el pasado 5 de diciembre

Claudine Gay, rectora de la universidad de Harvard, testificó ante el comité de Educación del Congreso de EU, el pasado 5 de diciembre

EFE

La universidad de Harvard, una de las más prestigiosas del mundo, anunció este martes que su rectora, Claudine Gay, permanecerá en su puesto pese a la controversia desatada la pasada semana por sus declaraciones en una audiencia sobre el antisemitismo ante el Congreso de EU, en la que no condenó explícitamente supuestos llamados en el campus al “genocidio judío”, en el marco de las protestas contra la agresión israelí en la Franja de Gaza y la masacre del pueblo palestino.

En esa sesión, al ser interrogada sobre si llamar al genocidio de los judíos viola las normas de la institución educativa, Gay —primera rectora mujer y negra en la historia de Harvard, en su puesto solo desde julio— defendió su obligación constitucional de preservar el debate de ideas y la libre expresión, sin entrar sobre supuestas expresiones antisemitas vertidas en las manifestaciones ocurridas en el campus en favor de la lucha palestina.

Ante el revuelo montado y las amenazas de varios donantes de retirar sus fondos a Harvard (que superan los 50 mil millones de dólares), la rectora se disculpó en una revista de la propia universidad: "Las palabras importan", dijo en referencia a su ambigua declaración, y "cuando las palabras aumentan la angustia y el dolor, no puedo entender que sientas otra cosa sino lamentos".

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Tras varios días de controversia, la junta directiva de Harvard anunció la decisión de que Gay permanecerá en su puesto, a pesar de los llamados a su destitución desde instancias políticas y financieras, que fueron contrarrestados con una carta de apoyo firmada por cientos de académicos y estudiantes.

"Nuestras extensas deliberaciones afirman nuestra confianza en que la presidenta Gay es la líder adecuada para ayudar a nuestra comunidad a sanar y abordar los gravísimos problemas sociales que enfrentamos", anotó la junta de la universidad en un comunicado.

Este texto también apunta que "Gay se disculpó por cómo manejó su testimonio ante el Congreso y se comprometió a redoblar la lucha de la Universidad contra el antisemitismo".

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Tensión en los campus

La sesión en que se produjeron esas declaraciones fue convocada en un contexto de tensión en las universidades estadounidenses por la guerra de Gaza: en numerosos campus se han producido manifestaciones propalestinas con acerbas críticas contra el Gobierno en EU por su postura proisraelí, una posición en la que coinciden la mayoría de congresistas, tanto demócratas como republicanos.

Fue una congresista republicana por Nueva York, la "trumpista" Elise Stefanik, la que preguntó a las rectoras de tres universidades —Harvard, Massachusetts y Pensilvania— sobre si "llamar al genocidio de los judíos viola las normas contra la intimidación y el acoso" de dichas universidades.

En su respuesta, Gay aseguró que puede tratarse de una violación del código de conducta de la universidad, pero matizó en varias ocasiones que "dependiendo del contexto".

Unas palabras que no tardaron en viralizarse y en recibir críticas y condenas por parte de distintas personalidades e instituciones, como es el caso del rabino David Wolpe, quien anunció que renuncia como miembro del grupo asesor sobre antisemitismo de dicha universidad privada en Cambridge (Massachusetts).

La polvareda despertada por esa sesión ya le costó el puesto a la rectora de Pensilvania, Liz Magil, que presentó su dimisión el pasado sábado después de que varios donantes amenazaran con retirar su financiación.