Mundo

Una inédita revolución ciudadana hace caer al gobierno de Kazajistán

El presidente Tokáyev decreta el estado de excepción en todo el país y amenaza con aplastar las protestas por el alza de precios del gas, que ya han tomado la sede del gobierno y el aeropuerto capitalino

disturbios y estado de excepción

Granaderos patrullan este miércoles Almaty, capital económica de Kazajistán, en medio de la violenta ola de protestas ciudadanas por el alza del precio del gas.

Granaderos patrullan este miércoles Almaty, capital económica de Kazajistán, en medio de la violenta ola de protestas ciudadanas por el alza del precio del gas.

EFE / EPA / STR

Una insospechada ola de protestas ciudadanas en Kazajistán ha provocado este miércoles la caída del gobierno, aunque no del régimen, que comanda desde 2019 el presidente Kasim Yomart-Tokáyev, sucesor del histórico dictador Nursultán Nazarbáyev, quien sigue manteniendo un fuerte control sobre el país.

Las protestas comenzaron el 2 de enero por el alza de precios en el gas, la principal exportación mundial del país (de 60 tenge por litro (0.14 dólares) a 120 tenge (0.28 dólares), y se convirtieron ráopidamente en una crítica al gobierno y al sistema, una rápida expansión de una protesta concreta inicial que hemos visto en otros países en los últimos tiempos.

Ante la rápida expansión de estas protestas, Yomart-Tokáyev optó este miércoles por destituir al gobierno en pleno, pero rechaza dimitir; al contrario, amenaza con aplacar las protestas. Al mismo tiempo, Rusia ha mostrado su disposición a ofrecer ayuda a la exrepública soviética, pero eso sí, una ayuda “no militar”.

Desde el martes en la noche, las protestas desbordaron a las fuerzas policiales en Almaty, el corazón económico del país, donde se vieron escenas de coches de policía en llamas y de manifestantes abrumando a los agentes.

Ante esta situación, Tokáyev decretó rápidamente el estado de excepción en la ciudad, pero las escenas se repitieron pronto en Nursultán, la capital del país, anteriormente conocida como Astaná y rebautizada en honor al dictador. Con esto, Tokáyev se vio obligado a extender el estado de excepción a la capital y, ya este miércoles, a todo Kazajistán.

MANO DURA Y REFORMAS INCONCRETAS

El presidente se ha dirigido ya dos veces a la población. Ha llamado a la gente a no sucumbir “ a las provocaciones de dentro y fuera del país”, y ha advertido de que la policía, cuando deje de verse abrumada, claro, reprimirá “con la mayor dureza” a los manifestantes.

Tokáyev admitió que ha ha habido “muertos y heridos” en las protestas.

A la vez que amenazó con ser implacable contra los manifestantes, Tokáyev anunció este miércoles que presentará próximamente nuevas propuestas “para la transformación política de Kazajistán”, aunque no dio ningún detalle sobre las reformas.

INTERNET Y RED CELULAR, CORTADOS

Pero, en paralelo a estas promesas y en un movimiento clásico de cualquier dictadura ante protestas en tiempos modernos, el régimen kazajo ha cortado los servicios de internet y de telefonía celular, al tiempo que está desplegando más y más militares en sus grandes ciudades, como atestiguan imágenes que lograron colarse en las redes sociales.

Tokáyev, siguiendo el librillo de Nazarbáyev, también ha cortado la emisión de al menos dos canales de televisión, Jabar 24 y Kanal 31.

TOMAN SEDE DEL GOBIERNO

Entre tanto, los manifestantes no han cedido, y este miércoles se ha conocido que alrededor de mil personas tomaron la sede del gobierno en Almaty, donde se llegaron a escuchar ráfagas de ametralladoras y se desató un incendio.

Según la agencia Interfax-Kazajstán, desde las ventanas del segundo piso del edificio se observan las llamas y una intensa humareda, mientras los manifestantes mantienen el cerco de la sede gubernamental entre gritos de "Adelante, Kazajistán".

Los manifestantes, armados con palos, han obligado a los agentes a replegarse a las calles aledañas a la sede del gobierno y han despojado a varios de ellos de sus escudos y chalecos antibala.

Además, según fuentes locales, está ardiendo la sede de la Fiscalía, además de 30 vehículos, tanto de la policía como privados.

CAE EL AEROPUERTO

Asimismo, los manifestantes también asaltaron este miércoles el aeropuerto de Almaty, y mientras el gobierno aseeguraba que los militares defendían el complejo y que los vuelos seguirían despegando, la realidad es que los uniformados no se restitieron y los manifestantes cortaron el tráfico aéreo.

“El servicio de seguridad del aeropuerto nos dijo: disculpen, el aeropuerto ha sido tomado. Hoy no habrá vuelos", informó el bloguero kazajo Alisher Yelikbáyev, citado por la agencia rusa Interfax.

DERRIBAN ESTATUA DEL DICTADOR

Entre tanto, también en medio de las protestas, se reportó que manifestantes derribaron la estatua del dictador Nazarbáyev en la ciudad de Taldikorgán, unos 230 kilómetros al norte de Almaty, en el sureste del país.

Las fotos de los restos del monumento fueron publicadas en varios canales de Telegram que informan sobre los disturbios que sacuden al país, después de que el canal Ateo Breaking mostrase un vídeo de los manifestantes intentando derribar la estatua.

Con información de EFE y El País