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Italia se rinde a Meloni, la líder más a la derecha desde Mussolini

“Son elecciones históricas: por primera vez, un gobierno postfascista nos gobernará”, alerta el director del diario La Stampa

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La candidata neofascista Giorgia Meloni agradece a Italia su victoria en las elecciones

La candidata neofascista Giorgia Meloni agradece a Italia su victoria en las elecciones

EFE

Terremoto político en Italia con réplicas en toda Europa, para alegría de formaciones de ultraderecha de todo el continente y para alegría del presidente ruso, Vladimir Putin, que espera haberse ganado un importante aliado que rompa la unidad de la Unión Europea contra la guerra de Ucrania.

Las elecciones celebradas este domingo para renovar el Parlamento y formar el gobierno número 68 de los último 76 años —tras la caída en julio del gobierno del tecnócrata europeísta Mario Draghi—, dará pasa a la formación del gobierno más escorado a la derecha desde los tiempos de Benito Mussolini, fundador de la ideología fascista, quien llegó al poder hace justo un siglo, en 1922.

Según el sondeo de la RAI, la televisión pública italiana, Giorgia Meloni, líder del neofascista Hermanos de Italia, es la ganadora de las elecciones, tras multiplicar su partido por seis los resultados obtenidos en 2018, al pasar del 4% al 26%.

Además, según el sondeo de la RAI, la coalición de las derechas, formadas por los partidos Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni; la Liga, del prorruso Matteo Salvini; y Forza Italia, del cuatro veces primer ministro Silvio Berlusconi, suma el 43% de los votos, que le permitirá alcanzar la mayoría absoluta tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, y se queda muy cerca de copar los dos tercios del Parlamento, lo que le permitiría cambiar la Constitución sin necesidad de consenso.

“Son elecciones históricas: por primera vez, un partido postfascista gobernará Italia”, lamentó el director del diario La Stampa, Massimo Giannini, quien recordó que, si bien no es la primera vez que una formación de tintes fascistas ha entrado en un gobierno italiano, como ocurrió en 1994 con el partido de Gianfranco Fini, el gobierno estaba liderado por Berlusconi, un populista de derechas, pero no un autoritario de extrema derecha.

“En esta ocasión, quien liderará el gobierno es un partido postfascista”, alertó.

De ser confirmada oficialmente la victoria de Meloni, de 45 años, el jefe de Estado, Sergio Matarella, le daría el encargo de formar gobierno y se convertiría así, en la primera mujer en lograrlo en la historia de Italia.

"Putin, feliz"

El segundo partido más votado de la jornada fue el izquierdista Partido Demócrata (PD), de Enricco Letta, que lucha por alcanzar el 20% de votos y no caer al 18.7% de hace cuatro años, un fracaso que obligó a la dimisión de todos sus dirigentes, como podría pasarle al ahora candidato, el mismo que advirtió en vano durante la campaña que, de ganar la coalición derechista, como ha ocurrido, “el más feliz sería Putin”.

No en vano, Salvini se mostró en el pasado un entusiasta admirador del autócrata ruso, mientras que Berlusconi incendió la campaña en su último tramo al defender en televisión la guerra de Putin, quien, según dijo, “se vio empujado a intentar echar del poder a Zelenski y formar un gobierno con gente decente”.

Meloni, más astuta que los exabruptos prorrusos y las salidas de tono antieuropeas de sus dos aliados para formar gobierno, se alejó públicamente tanto de su pasado militante en una organización neofascista, como de querer romper la unidad de la Unión Europea y de los países de la OTAN en favor de ayudar a Ucrania a defenderse de la agresión rusa.

“No traicionaremos a quienes nos votaron”

En su primer discurso como candidata victoriosa, Meloni afirmó que la derecha gobernará "para unir a todos los italianos", pero también avisó que “si los italianos nos han votado, no los traicionaremos”.

"Si gobernamos esta nación lo haremos para exaltar lo que une y no lo que divide, porque nuestro objetivo es que los italianos puedan estar orgullosos de serlo".

"Es el tiempo de la responsabilidad", enfatizó Meloni en un discurso muy medido y sin tonos triunfalistas, en el que se quejó de haber "sufrido una campaña violenta y agresiva", pero "Italia y la Unión Europea necesitan la contribución de todos ante la situación compleja en la que nos encontramos".

La Liga se desploma

Pese a que Salvini —polémico exministro del Interior conocido por ser la bestia negra de los inmigrantes y solicitantes de asilo— se mostró exultante con la victoria del bloque de la derecha, las primeras proyecciones hablan de un desplome de su Liga.

Según el sondeo de la RAI, la Liga obtendría el 8.5% de los votos, muy por debajo de las expectativas de Salvini y el peor resultado en su carrera como líder de una formación surgida del desplome de la Liga Norte, igual de racista y xenófoba que la Liga, pero la anterior pedía la independencia del norte de la “ladrona Roma”, y la actual formación es nacionalista italiana.

De igual manera, Berlusconi apenas pudo atraer al 8% de los italianos; pero con innumerables escándalos de corrupción, de faldas y hasta coqueteos con mafiosos, “il Cavaliere” se conforma a sus 85 años con regresar al poder, aunque sea por la puerta chica.

En cualquier caso, Meloni es la que sale ganando con dos socios más débiles de lo esperado y su autoridad será innegable a la hora de decidir cómo gobernará Italia y como serán las relaciones del futuro gobierno neofascista con el resto de Europa y del mundo.

Salvini y Berlusconi tendrán que asumir su papel de escuderos de la "reina" Meloni (como la llaman en Italia) en el futuro Ejecutivo.

M5S resiste, Di Maio se hunde

Después de Meloni, el otro gran protagonista de la noche es Giuseppe Conte, el ex primer ministro que se convirtió en líder del Movimiento 5 Estrellas y que ha logrado situar a la formación como el tercer partido del país, con el 16.5%, por encima de los sondeos previos y cuando parecía abocado al fracaso debido a las guerras internas.

El gran derrotado de la noche, es el canciller en funciones, Luigi di Maio, quien desertó del M5S por haber ayudado a la caída de Draghi.

La carrera política del ambicioso Di Maio murió la noche del domingo tras quedar fuera del Parlamento italiano después del fracaso en las elecciones de su partido "Impegno Civico" (Compromiso civil).

La ultraderecha europea celebra

Los líderes de las principales formaciones de la ultraderecha europea celebraron el triunfo de Hermanos de Italia, con la esperanza de que se extienda a otros países del continente.

En España, el líder de Vox, Santiago Abascal, dijo que "millones de europeos tienen sus esperanzas puestas en Italia".

En su cuenta de la red social Twitter, Abascal apuntó que Giorgia Meloni "ha mostrado el camino para una Europa orgullosa, libre y de naciones soberanas, capaces de cooperar para la seguridad y la prosperidad de todos".

Desde Francia, también en un tuit, el eurodiputado del Ressemblement National y candidato a la presidencia del partido de Marine Le Pen, Jordan Bardella, apuntó que "los italianos han dado una lección de humildad a la Unión Europea".

Bardella agregó que "ninguna amenaza de ningún tipo puede detener la democracia: ¡Los pueblos de Europa levantan la cabeza y toman su destino en sus manos!".

Por su parte, Balázs Orbán, director político del primer ministro de Hungría Viktor Orbán, el ultranacionalista que se ha convertido en la pesadilla de la UE y en el mejor aliado de Putin en Europa Occidental, apuntó que "en estos tiempos difíciles, necesitamos más que nunca amigos que compartan una visión y un enfoque comunes de los desafíos de Europa".

Al final de su mensaje añadió: "Viva la amistad húngaro-italiana".

En Alemania, la miembro del neonazi AfD del Bundestag Beatrix von Storch felicitó "a toda la alianza de centro-derecha", y dijo que "junto con nuestro amigo Salvini, Meloni puede construir un gobierno fuerte de derecha".

"Suecia en el norte, Italia en el sur: los gobiernos de izquierda son cosa del pasado", proclamó la formación neonazi.