Mundo

Liz Truss, la primera ministra británica que parece la piñata de Margaret Thatcher

La sucesora de Boris Johnson, que ha recibido burlas por su empeño en parecerse a la Dama de Hierro, espera esquivar los palos económicos que hereda con un giro neoconservador.

reino unido

Combo de imágenes de Margaret Thatcher y de Liz Truss, imitando a la Dama de Hierro

Combo de imágenes de Margaret Thatcher y de Liz Truss, imitando a la Dama de Hierro.

ITV.

La secretaria de Exteriores de Gran Bretaña, Liz Truss, se convertirá este martes en la tercera mujer que gobierna en democracia la mayor isla europea —tras la legendaria Margaret Thatcher y la olvidada Theresa May— y será, además, la primera que va a gobernar con el país fuera de la Unión Europea.

Lee también

La ganadora de las primarias del Partido Conservador para elegir al sucesor de Boris Johnson —obligado a dejar el poder por sus fiestas junto a miembros de su gabinete, en pleno confinamiento— apostó por declararse fan número uno de la Dama de Hierro y su estrategia resultó exitosa.

Lee también

Liz Truss, la nueva premier británica obsesionada con Margaret Thatcher

efe en londres
Liz Truss llega a la sede del Partido Conservador en Londres, tras anunciarse su victoria

A la sombra de Thatcher​

En uno de los primeros debates de las primarias conservadoras, Truss apareció vestida con un saco negro y una camisa blanca con un gran lazo al cuello. A pocos comentaristas se les escapó que su atuendo era idéntico al que Thatcher lució en una intervención televisada durante la campaña que la llevó al poder, en 1979.

No era la primera vez que emulaba la imagen de la Dama de Hierro. Poco después de asumir Exteriores, Truss aprovechó una visita a Estonia para dejarse fotografiar sobre un tanque del Ejército británico, una instantánea que fue inmediatamente comparada con una célebre imagen de Thatcher visitando a las tropas británicas en Alemania Occidental en 1986.

Pese a las burlas de la prensa y algunos de sus compañeros por imitarla hasta en la forma de vestir y posar, la estrategia le funcionó para derrotar a su rival, el exsecretario de Economía Rishi Sunak, a quien muchos “tories” y militantes no le perdonaron que fuera uno de los principales conspiradores para sacar al carismático Boris del número 10 de Downing Street.

Lee también

La dimisión de los secretarios de Salud y Economía pone en jaque a Boris Johnson

efe en londres
El primer ministro británico, Boris Johson, en la residencia del 10 de Downing Street en Londres el 1 de julio de 2022.

Premier neoneocon

Pero no sólo se presentaba a los debates disfrazada de Thatcher, sino que defendió la política neolibral de la fallecida mandataria, basada en bajar los impuestos y reducir el Estado al mínimo, como receta para afrontar la actual crisis por el costo de la vida y reanimar la economía nacional, muy golpeada por la pandemia, el Brexit y la inflación disparada por los precios del gas y el petróleo, consecuencia de la guerra de sanciones entre Rusia y Occidente por la invasión de Ucrania.

Su promesa de combatir la inflación con bajos impuestos para empresas y trabajadores convenció a la mayoría de los 160 mil afiliados del Partido Conservador con derecho a elegir al líder, que tienden a situarse a la derecha del espectro político respecto al conjunto de votantes "tories".

Euroesceptica conversa

Fiel a su admiración por Thatcher, Truss se declara una antieuropeísta de hueso colorado, aunque fue el euroescepticismo terco de la Dama de Hierro lo que causó el amotinamiento de sus compañeros de partido, que la obligaron a renunciar el 29 de noviembre de 1990, pese a que había logrado su tercer mandato consecutivo y era tremendamente popular, sobre todo por la victoria de Gran Bretaña en la guerra de las Malvinas.

Lee también

La rebelión "tory" fuerza una votación para destituir a Boris Johnson

efe
Una mujer pide la destitución de Boris Johnson frente al Parlamento de Londres

Pero Truss, de 47 años, no siempre fue la ardiente defensora del Brexit como lo es ahora. De hecho, fue una de las pocas dirigentes “tories” que calificó como una desgracia la salida del país de la Unión Europea. Salir de la UE será una “tragedia”, llegó a defender con pasión en su campaña por la permanencia, de cara al referéndum de 2016.

Cambió de idea un año después del plebiscito y admite ahora, cada vez que se le pregunta, que estaba equivocada, ya que, los augurios desastrosos sobre el Brexit que ella misma aseguraba no se han cumplido, según cree.

Y, como se dice que los conversos son los peores, la otrora europeísta Truss fue la impulsora de la ley que permitirá a Londres incumplir el acuerdo del Brexit, por lo que se avecina un guerra comercial entre el bloque comunitario y Londres.

Lee también

El Reino Unido pide a sus ciudadanos abandonar Ucrania

efe en londres
La ministra británica de Asuntos Exteriores, Liz Truss

Tirón popular a prueba

Pero, una cosa es ganar entre la militancia “tory” y otra cosa es convencer a los británicos (muchos de ellos con ganas de no serlo, especialmente en Escocia e Irlanda del Norte), de que ella debe ser la ganadora de las elecciones, que debe convocarlas, como muy tarde, en enero de 2025.

El dilema es si debería seguir imitando a Thatcher y regresar al modelo neocon de los 80, que tantas desigualdades creó; copiar el estilo desenfadado y payasesco de su aliado Boris Johnson, o toca reinventarse a sí misma para tratar de ganar al laborista Keir Starmer, quien, de convocarse elecciones ahora, se convertiría en el nuevo primer ministro, no tanto por méritos propios, sino por el desplome de la popularidad de los conservadores tras la sucesión de escándalos de la era Johnson.

A favor de Truss juega que conoce muy bien cómo piensa el votante tradicional de izquierdas para intentar convencerlo de que se pase al bando conservador. Lo aprendió en su propia casa.

Lee también

El Partido Conservador se zambulle en la batalla por la sucesión de Boris Johnson

efe en londres Y REDACCIÓN
Boris Johnson, junto al exsecretario de Economía Rishi Sunak, que aspira a sucederlo, en una imagen de archivo.

Padres “de izquierdas”

Uno de los primeros datos sobre su vida que Truss detalla en su página web oficial es que tuvo "unos padres de izquierdas", y recalca con orgullo que logró "romper el molde" familiar.

Su madre, enfermera, la llevaba de niña a manifestaciones contra Thatcher y la proliferación nuclear, y su padre, profesor de matemáticas, no supo que se había afiliado a los conservadores hasta que descubrió "horrorizado" una carta del partido en el buzón, según ella misma ha relatado.

Como presagio temprano de lo que iba a deparar su vida, con solo siete años le tocó interpretar el papel de la Dama de Hierro en unas elecciones simuladas en el colegio. Perdió aquella votación, pero el entusiasmo por la política no la abandonó.

Lee también

Los escándalos tumban a Boris Johnson

Marcel Sanromà
El primer ministro británico, Boris Johnnson, renunció al cargo este jueves

Se afilió como estudiante de Filosofía, Política y Economía en Oxford al Partido Liberal Demócrata y llegó a participar en uno de sus congresos, en el que defendió abolir la monarquía, pero se acabó afiliando a los "tories".

Varias décadas después, ya en la cumbre de la política británica, Truss duda si sus padres votarán por ella: "Pienso que mi madre lo hará, no estoy segura sobre mi padre", admitió.

Falta por ver si logra convencer a los otros millones de votantes y logra, por méritos propios, que la pasen a llamar segunda Dama de Hierro.