La empresa estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE) estima para este sábado un déficit cercano al 29 por ciento de la capacidad máxima de generación durante las horas de mayor demanda en la tarde-noche.

Con ese déficit se espera otra jornada consecutiva con cortes en el suministro eléctrico, una situación que afecta todas las provincias del país caribeño desde hace varios meses, incluida La Habana.

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Los apagones pueden llegar hasta las diez horas consecutivas, lo cual impacta negativamente en la vida económica y social de Cuba en medio de la crisis por la que atraviesa.

La UNE estima una capacidad de generación para este día de 2.318 megavatios (MW), una demanda máxima de 2.980 MW y el déficit de 662 MW.

La empresa adscrita al Ministerio de Energía y Minas calcula también una afectación máxima durante el horario pico de 732 MW.

Una crisis que se intensifica

Los cortes en el suministro eléctrico -por roturas y fallos en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados- son cada vez más frecuentes en el país.

En 60 de los 62 días de julio y agosto se registraron apagones en Cuba, según los datos de la UNE cotejados por Efe.

El Gobierno cubano busca reducirlos antes de finales de este año a través de reparaciones y nuevas inversiones.

Los apagones afectan todos los ámbitos de la economía y de forma notable la vida diaria de los cubanos, lo que está azuzando el descontento social en una país que atraviesa una severa crisis.

Estos fueron uno de los principales motivos tras las protestas contra el régimen cubano del 11 de julio, las mayores en décadas.

Cuba depende en gran medida del petróleo extranjero para producir energía (las termoeléctricas generan dos tercios de la electricidad) y su principal proveedor, Venezuela, ha disminuido notablemente sus envíos.