Perú aplicará una política de seguridad "de mano dura" y reforzará la presencia policial en las calles del país, anunció este miércoles el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, al acudir al Congreso para pedir su voto de confianza.

"Vamos a aplicar una política de seguridad de mano dura que esperamos que sus resultados puedan ser apreciados en el más breve plazo", sostuvo el primer ministro.

Adrianzén pronunció un largo discurso en el Parlamento en el que expuso que los pilares de su gestión serán la reactivación de la economía y la seguridad ciudadana.

"No vamos a tolerar que la delincuencia intimide a los peruanos y afecte nuestro desarrollo. Ningún delincuente nacional o extranjero va a generar el caos y el miedo en nuestra sociedad. No vamos a permitir que se amanece a nuestros policías ni que se quiebre el orden, la paz y la tranquilidad social y el progreso que hemos conquistado", señaló.

Subrayó que van a potenciar de manera multisectorial los cuatro ejes del plan Perú Seguro, como una mejor prevención integral del delito, el control territorial estratégico, la lucha contra el crimen nacional e internacional y el fortalecimiento y modernización de la Policía.

Anunció la mejora de infraestructuras de 36 comisarías y la compra de 194 vehículos policiales.

También la disposición de más policías en las calles para luchar contra la delincuencia con un aumento del 63 por ciento  de agentes realizando patrullaje respecto al año anterior.

Recordó, en este sentido, el anuncio que dio la presidenta Dina Boluarte hace una semana de crear la división de investigación de delitos transnacionales, como parte de la política del Gobierno para combatir el crimen organizado y que estará integrada por 300 agentes de élite.

También expresó que, desde el Ministerio de Interior, van a realizar un mayor control de las armas fuego para que se evite el desvió de estas a bandas criminales, delincuencia y terrorismo, y esperan destruir 10.000 armas en 2024.

Por otro lado, comunicó la construcción de un complejo policial en el nuevo puerto de Chancay y otro en la región sureña de Arequipa.

Además, aseguró una autoridad más fuerte en las cárceles y anunció que el Gobierno creará dos centros penitenciarios, uno de hombres y otro de mujeres en Puno, también en el sur del país.