Putin y su guerra contra la comunidad LGBT+
La Duma aprobará una ley que prohíbe las cirugías para cambio de sexo, un síntoma más de la persecución y acoso ruso contra la diversidad sexual
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Protestantes en contra de las leyes anti LGBT+ de Putin
Puede suceder que en algún momento “una persona decide que ya no es hombre, sino mujer, o mujer y no hombre. Va a una clínica privada donde recibe un certificado y se va al registro civil, al departamento de documentos de identidad a cambiar su apellido, nombre y patronímico”. Y luego, puede ocurrir que esa persona contraiga matrimonio y “no lo quiera Dios… Nosotros no queremos que haya eso en nuestro país. No traerá nada bueno. Puro satanismo”.
Esas fueron las palabras de Viacheslav Volodin, el presidente de la Duma, la cámara de diputados de Rusia, durante la sesión plenaria del miércoles de la cámara baja al momento de aprobarse en primera lectura una ley que prohíbe las operaciones quirúrgicas de cambio de sexo; en pleno mes del Orgullo.
Hoy Rusia no sólo combate contra Ucrania en el campo de batalla, también lucha contra los valores occidentales. Durante un discurso en el Kremlin para conmemorar la anexión ilegal de cuatro regiones ucranianas, Putin arremetió contra Occidente y los derechos LGBT, calificándolos también de "puro satanismo".
Rusia se rige por una política intolerante guiada por los más ciegos valores tradicionales. Ve a las identidades LGBTQ y las relaciones entre personas del mismo sexo como amenazas existenciales para la prosperidad de la nación.
"Los matrimonios homosexuales no producen hijos", aseguró en una ocasión el jefe del Kremlin. De ahí que haya reforzado gradualmente su control sobre los derechos humanos de la comunidad LGBT+.
El 5 de diciembre de 2022, Putin firmó una ley que criminaliza cualquier mención o descripción pública favorable de temas LGBT+, incluso en discursos, películas, libros, publicidad y en línea.
Ya desde 2013 Rusia introdujo una ley conocida como la "ley de propaganda gay" que prohíbe la promoción de temas homosexuales. Según el gobierno, la ley tiene como objetivo "proteger" a los niños de la exposición a la homosexualidad, ya que va en contra de los "valores familiares tradicionales".
Los extranjeros que infrinjan esta ley pueden ser arrestados y detenidos hasta por 15 días, multados y luego deportados.
Tierra de intolerancia
La opinión pública sobre la homosexualidad en Rusia es tema de debate. Varias encuestas recientes arrojan inquietantes actitudes e ideas predominantes hacia la homosexualidad. Los hallazgos revelan una mezcla de resistencia, falta de aceptación y escepticismo.
Según una encuesta realizada por Ipsos en 2021, Rusia ocupó el puesto 26 entre 27 regiones encuestadas en términos de apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo u otro reconocimiento legal. Una mayoría del 52% expresó su oposición a esas medidas, mientras que solo el 29% se mostró a favor.
En la misma encuesta Rusia ocupó el último lugar en términos de apoyo al derecho de adopción de las parejas del mismo sexo. Un asombroso 67% no estuvo de acuerdo con este derecho, mientras que solo un 23% expresó su acuerdo.
Los datos de la Encuesta Mundial de Valores (2017-2020) indican que el país ocupó el puesto 59 entre 79 regiones en términos de aceptación de homosexuales como vecinos. Aproximadamente el 66.1% mencionó a los homosexuales, lo que sugiere un nivel significativo de incomodidad o prejuicio, mientras que el 33.9% no los mencionó.
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Violencia de odio contra identidades LGBT+
Varios defensores LGBT+ en el país han informado de numerosos casos recientes de violencia de odio. Y se menciona que el Departamento de Estado de EU ha señalado la prevalencia de la violencia de cabezas rapadas anti-LGBT+, a la que la policía a menudo no responde.
Los eventos del Orgullo LGBT+ en ciudades como San Petersburgo o Moscú muestran también la realidad peligrosa. La propia información del Departamento de Estado para viajeros LGBT en Rusia advierte que “la discriminación basada en la orientación sexual está muy extendida”. Una discriminación que empieza con el acoso y el desprecio promovido por los mismos funcionarios, como Volodin.
@kromafilm