El sindicato del automóvil de EU, United Auto Workers (UAW), anunció este viernes que la huelga que ha mantenido durante cuatro semanas en General Motors (GM), Ford y Stellantis ha entrado en una fase más agresiva debido a la falta de avance en las negociaciones laborales. Shawn Fain, presidente de UAW, advirtió a los tres grandes fabricantes de automóviles del país que el sindicato "no está para tonterías".

Desde el 15 de septiembre, UAW declaró el inicio de la huelga en tres plantas de montaje de GM, Ford y Stellantis, y desde entonces ha anunciado cada viernes los centros de trabajo que se sumaban al paro como parte de su estrategia para presionar a las empresas.

Esta huelga, progresiva y simultánea en los llamados "Tres Grandes de Detroit," no tiene precedente en su historia. En estos momentos, alrededor de 34,000 trabajadores de 44 centros de trabajo están en paro.

El presidente de UAW, Shawn Fain, anunció que están entrando en una nueva fase de la lucha laboral que requiere un enfoque distinto. Aunque el sindicato no ampliará la huelga este viernes, enfatizó que están preparados para convocar más paros en cualquier momento. 

La decisión de parar inesperadamente la planta de montaje de Kentucky de Ford, donde trabajan 8,700 personas, se debió a la negativa de Ford de mejorar su última oferta económica y a una reunión por Zoom convocada por la compañía.

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Fran Ruiz

Desacuerdo sobre concesiones económicas

El jueves, altos ejecutivos de Ford criticaron la decisión de UAW de paralizar la planta de Kentucky, donde se fabrican tres de los vehículos más rentables de la compañía, y declararon que han llegado al límite de las concesiones económicas que pueden hacer.

Fain respondió directamente a estos comentarios, destacando que Ford ha obtenido beneficios significativos en la última década y que las ganancias en 2022 fueron las más altas en 70 años. También señaló que los ejecutivos de la compañía ganan "cientos de veces más" que la media de sus trabajadores, lo que considera inaceptable.

"Lo que es verdaderamente peligroso es dejar a los ultrarricos que sean más ricos mientras la clase trabajadora se queda atrás. Lo que es peligroso es dejar que las compañías y los políticos pateen a los trabajadores cuando están en el suelo, que destruyan los sindicatos y que manipulen la economía," declaró Fain.

También advirtió que, a menos que vean progreso real en los convenios colectivos y que igualen las ganancias que se ven en Wall Street, anticipa muchas más huelgas en el horizonte.