Donald Trump ha mostrado una enorme capacidad para retener poder en el Partido Republicano y para cosechar fidelidad entre sus legisladores, sobre todo con base en el miedo que suscita su apoyo popular. O, al menos, así ha sido hasta ahora: Una nueva encuesta indica que el expresidente pierde terreno.

El sondeo, publicado este martes por el diario The New York Times y Siena College, concluye que Trump tiene un apoyo del 49 por ciento entre los votantes republicanos registrados de cara a las primarias para las elecciones presidenciales de 2024. Primarias que empezarán dentro de un año.

Aunque la cifra todavía le sitúa en cabeza de cara a las primarias, el exmandatario pierde terreno tras el desgaste que le ha deparado el llevar más de un año y medio de mentiras sobre las elecciones de 2024, especialmente ahora en el contexto de las investigaciones del comité del Congreso sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

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El mismo sondeo apunta a que Trump solo tendrá un gran rival: Ron DeSantis, actual gobernador de Florida, considerado una figura al alza en el partido y que incluso ya se había barajado hace tiempo como posible compañero de fórmula de Trump en 2024. En cualquier caso, DeSantis supondría una continuidad en la línea dura derechista y anti derechos del partido.

DeSantis obtendría el 25 por ciento de votos ahora mismo, muy por delante del 7 por ciento del senador texano Ted Cruz, del 6 por ciento del exvicepresidente Mike Pence, del 6 por ciento de Nikki Haley, exembajadora en la ONU y del 2 por ciento del excanciller Mike Pompeo.

CASTIGADO POR JÓVENES Y UNIVERSITARIOS

Los números de Trump decaen significativamente entre los menores de 35 años y entre las personas con estudios universitarios; en ambos casos, el expresidente perdería ante DeSantis.

Concretamente, en el caso de republicanos y republicanas que tienen una licenciatura o un título formativo superior, Trump baja hasta el 28 por ciento de apoyo, mientras que DeSantis sube al 32 por ciento.

Y, aunque logra mantener la ventaja con cierta holgura, Trump también sufre un poco más, como ha sido siempre, entre las mujeres: Lo apoyaría el 45 por ciento de ellas, mientras que entre hombres su respaldo sube hasta el 52 por ciento.

De igual manera, en contraste en la cuestión de los estudios, Trump recibe el apoyo del 58 por ciento de quienes no cuentan con formación universitaria, por un 21 por ciento de este segmento que respaldaría a DeSantis.

En caso de que Trump lograra la nominación, la encuesta halla que un 16 por ciento de republicanos lo abandonaría, sumando a quienes votarían por Biden, si se presentara, votarían por un tercer partido, no votarían o no estarían seguros de qué hacer.

Esta cifra dobla el 8 por ciento de demócratas que, según una encuesta reciente de la misma fuente, dijeron que no votarían por Biden si lograra la candidatura en 2024.

LOS EXTREMOS DEL DESQUICIO DE TRUMP

Este martes, el comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio presentó el enésimo paquete de evidencias contra el expresidente, tras la declaración de Pat Cipollone a puerta cerrada el pasado viernes. Este exasesor presidencial relató nuevos episodios del desquicio del entonces presidente.

El 16 de diciembre de 2020 -relató- Trump convocó a una reunión a su abogado, Rudy Giuliani, a la abogada Sidney Powell, una de las más convencidas de la gran mentira, así como al general Michael Flynn, quien fue su primer asesor de Seguridad General y luego se entregó a la teoría conspirativa de QAnon.

Ese grupúsculo se discutió por seis horas hasta con gritos e insultos con los asesores de la Casa Blanca que mantenían que no había robo electoral. Tras la cita, Trump acudió a Twitter para sembrar la semilla del intento de autogolpe del 6 de enero: “Gran protesta en DC el 6 de enero. Estén allí. Será salvaje”.

Ese tuit ya se conocía, pero el comité accedió a otro que Trump no llegó a mandar, pero quedó guardado y ahora resguardan los Archivos Nacionales de EU. Decía: “Voy a dar un gran discurso a las 10 de la mañana el 6 de enero en la Elipse. Por favor, lleguen pronto, se esperan enormes muchedumbres. Marcharemos hacia el Capitolio. ¡¡¡Detengamos el robo!!!”.

Este tuit, sumado al otro y a las otras nuevas evidencias, ahondan en la confirmación de que Trump planeó durante semanas cómo lograr que el asalto al Capitolio sucediera.