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En 20 años, nimio avance en equidad laboral

La brecha de ingresos en México se ha modificado 6 puntos del 2005 al 2022 (de 20 a 14 por ciento): el avance ha sido muy lento y  puede ocultar el hecho de que menos mujeres accedan al mercado laboral

Valeria Moy, Directora General de IMCO

Valeria Moy, Directora General de IMCO

Desde hace generaciones, las mujeres enfrentan barreras para entrar, permanecer y crecer profesionalmente, nadie se cuestiona las razones de ello porque se han normalizado conductas que consienten esta desigualdad. La mañana de este martes se presentaron resultados del estudio Brecha Salarial de Género: Un comparativo sectorial e internacional, en el que queda claro que los avances en este tema son pocos a lo largo de los últimos 20 años.

La presentación de resultados estuvo a cargo de Valeria Moy, del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), que dio especial énfasis a la brecha de ingresos por género, es decir a la diferencia de ingresos promedio entre hombres y mujeres. A nivel mundial, las mujeres tienden a ganar menos por su trabajo que los hombres, en México en 2022 la brecha de ingresos es de 14%, es decir, por cada 100 pesos que gane un hombre en promedio por su trabajo al mes, una mujer recibe 86 pesos.

Además, cuatro de diez mujeres en edad productiva participan en el mercado de trabajo remunerado, pero la mayoría lo hace en condiciones de informalidad. Una de las causas para lo anterior es la falta de flexibilidad de los trabajos formales. Los trabajos inflexibles en horario y requerimientos no compaginan con la atención del hogar y cuidados de la familia (responsabilidades que los hombres que laboran eluden).

Aunado a lo anterior, la menor remuneración para las mujeres es también un hecho que se trasluce en los resultados del estudio. En la pandemia, cuando recién comenzó, las diferencias de ingresos de hombres y mujeres se redujo a 11 por ciento; pero esto no a una mejora laboral para ellas, sino sencillamente porque el mercado laboral desechó a muchas de ellas que terminaron sin trabajo.

Para lograr una medición más útil de la brecha salarial entre hombre y mujeres, señaló Moy, hace falta tomar en cuenta características como nivel educativo, habilidades, sector, tipo de contrato, antigüedad y puesto jerárquico.

La brecha de ingresos en México se ha modificado 6 puntos del 2005 al 2022 (de 20 a 14 por ciento): el avance ha sido muy lento y, como ya se vio, puede ocultar el hecho de que menos mujeres accedan al mercado laboral.

Hoy en día, si una mujer quisiera obtener el mismo ingreso promedio que un hombre, tendría que trabajar 51 días adicionales.

De acuerdo a la profesión son las oportunidades reales que tendrán las mujeres para encontrar igualdad. Por ejemplo, la brecha de ingreso en el sector de información en medios masivos de comunicación es de 33 por ciento a favor de los hombres, mientras que para servicios inmobiliarios es de 43 por ciento a favor de las mujeres.

El IMCO propone romper con la segregación ocupacional de género, eliminar los estereotipos de género para que más mujeres participen en los sectores tradicionalmente masculinos que tienen una mejor remuneración, es necesario promover la educación continua, extender la seguridad social para cubrir los trabajadores con empleo flexible y mejorar la calidad de empleos en los sectores más precarizados.

Otra de las tareas, es realizar autodiagnósticos dentro de los centros de trabajo para que las empresas pueda generar indicadores detallados para medir la brecha de ingresos y considerar las características de los puestos, además, permitiría entender las razones detrás de la brecha para identificar acciones puntuales que consideren las necesidades de cada empresa y sector.

Es necesario avanzar hacia la transparencia de ingresos para establecer criterios para la remuneración, así como incrementos salariales de manera transparente que permita la evaluación en el tiempo.