Expertos educativos de México y otros países participaron en la Cumbre de la Educación Summit HABLA 2024 — Las formas y sistemas de los modelos educativos públicos y privados, están rezagados y necesitan ser actualizados, así como las prácticas y creencias profesionales de los integrantes del ecosistema de enseñanza, integrado por Estudiantes, Padres de Familia, Maestros, autoridades educativas, y sociedad.
En esto coincidieron expertos educativos de México y otros países, que participaron en la Cumbre de la Educación Summit HABLA 2024, quienes llamaron al habilitamiento de los Maestros para que cuenten con lo que necesitan, involucrar más a los Padres de Familia en el proceso formativo de sus hijos, escuchar a los estudiantes, reincorporar el deporte, educar mentalidad, y olvidarse de los títulos universitarios.
Autoridades como la Premio Nobel de Economía Esther Duflo, la coordinadora del Consejo Asesor Empresarial del gobierno de México, Altagracia Gómez Sierra; Emma Näslund-Hadley, Especialista Principal en Educación en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y la Campeona Mundial de Golf, Lorena Ochoa, coincidieron en señalar que la educación debe evolucionar.
Enlazada digitalmente, la Premio Nobel de Economía, Esther Duflo, habló en inglés sobre los costos y financiamientos de la educación.
Los asistentes al auditorio Blackberry escucharon cómo puso en duda la viabilidad de construir más infraestructura o dotar de computadoras a los estudiantes, por ejemplo; “antes deben ser satisfechas necesidades económicas del núcleo familiar, saciar el hambre de estudiantes e incluso garantizar que duerman suficiente tiempo, para aprender”.
Incluir a las escuelas en alianza IP-Gobierno
Altagracia Gómez Sierra, coordinadora del Consejo Asesor Empresarial del gobierno de México, dijo que la planeación de las ciudades requiere, además de la inversión pública-privada, la inclusión de las escuelas y universidades, especialmente si se quieren hacer las cosas con innovación y excelencia.
“Es algo que pocas veces hablamos, pero la alianza no solo debe ser público privada, creo que la alianza debe ser también con las escuelas y universidades, especialmente si queremos combatir y lograr la igualdad sustantiva”, expresó.
Educar, más valioso que un hoyo en uno
La golfista mexicana Lorena Ochoa impartió una conferencia magistral donde habló de la importancia de la educación de la mentalidad, algo desincorporado en el sistema educativo tradicional y deportivo, de la planeación del día, y de la reconfiguración sobre equivocarte, para lograr aprender del error y mejorar.
Dijo que luego de su singular carrera profesional como golfista, ahora su sueño es poder ayudar a la educación a nivel nacional; “me preocupa que 1.5 millones de niños entre 2 y 16 años dejan de estudiar, se salen de la escuela todos los años, son cifras súper alarmantes que nos cuesta trabajo dimensionar”.
Reveló que a través de su Fundación Becar, apoyaron en su educación a 13 mil niños en 2023, a través de 30 escuelas; “te das cuenta que toda esta chamba vale mucho más la pena”.
Añadió que le emociona mucho de alguna manera “poner este granito con Fundación Becar”; explicó que trabajan mucho con la capacitación y desarrollo profesional de los Maestros y la actualización de los diferentes programas de educación de alta calidad, que es lo más importante.
Sin ofender, adiós a los títulos universitarios
Pato Bichara, CEO de Collective Academy, propuso tres replanteamientos al hablar sobre la educación necesaria rumbo al 2030.
Dijo que un primer planteamiento tiene que ver con los Maestros y profesores, y comenzar a llamarles mentores, porque tienen que facilitar el conocimiento desde ciertas preguntas correctas para que los niños y los jóvenes piensen; que estén muy lejos de asumirse en cátedra unidireccional y los estudiantes nada más escuchan.
“Sería habilitar a los profesores, a los maestros, vincular con ellos para ver qué están necesitando, sin querer implantarles programas porque sí, ni tampoco medir cosas básicas como horas de capacitación”, señaló.
Dijo que se deben dejar de medir “outputs”, para referirse a los resultados medibles tradicionales; en cambio, propuso incorporar “técnicas de input”,que es el progreso integral del alumno entendido como el recorrido que hace desde su punto de partida.
“El segundo planteamiento es ver ¿Qué hacen los papás fuera? Somos humanos de tiempo completo, pero pensamos en el estudiante como local y que va a la escuela de 8 de la mañana a una de la tarde, y después ya quién sabe qué pasa con los niños y las niñas”, explicó.
Añadió que “los papás tenemos una responsabilidad en esas horas, por decirlo así, de seguir educando para que nuestros, nuestras hijas, sean personas de bien”.
Planteó dejar de decirles alumnos, y mejor llamarles aprendedores, para que realmente sea su responsabilidad aprender y no culpa del maestro, o de la diapositiva, de si funciona o no internet, ayudarles aa que aprendan a hacerse responsables de su propio aprendizaje.
El tercero replanteamiento de Pato Bicharra, “bien importante, y no quiero ofender a nadie porque se que hay universidades aquí, es olvidarnos de los títulos; los títulos universitarios en México realmente ya no sirven y aunque son muy importantes algunas cosas, tenemos que empezar a estudiar el aprendizaje de por vida”.
Explicó que él se graduó en 2008 del TEC de Monterrey, “y he aprendido 50 mil cosas después, realmente si tienes un título hoy ya no es reflejo de las capacidades técnicas que uno tiene en el trabajo; creo que hay que regresar a estudiar con la idea de mi cliente es la empresa y cómo le doy el mejor talento a la empresa”, dijo.
Cambiar cómo ven al estudiante
Fernanda García Sánchez, directora de Sociedad Incluyente, del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), propuso ya no visualizar al estudiante como un receptáculo de conocimientos.
“Hay que visualizarlo como un ser humano integral en todas sus dimensiones, física, emocional, intelectual, cultura de paz, arte, deporte, liderazgo estudiantil, integración de los Padres de Familia, es un todo, es visualizar la educación de manera integral, plena y enriquecedora de potencial del ser humano”.
Luego señaló la necesidad de repensar el concepto de escuela y su forma, y transitarla hacia un hábitat educativo, hacia un hogar donde todos los miembros y la comunidad, sirven en la creación de un ambiente favorable para enriquecer el el aprendizaje que florezca al ser humano.
Licenciaturas ganan 81% más
Rosy Gluyas, directora de Fundación Alberto Bailléres, habló sobre un indicador clave del poder que tiene la educación y cómo puede realmente cambiar la vida de las personas.
“A mayor nivel educativo, mayor probabilidad de encontrar no solamente un empleo, sino un empleo de calidad; ¿Y con esto a qué me refiero? Las personas que tienen licenciatura en México ganan hasta 81 por ciento más que aquellas que se quedan solo con el bachillerato”, explicó.
Añadió que las personas que en México las personas que tienen licenciatura tienen el doble de probabilidad de encontrar un empleo en la formalidad, con acceso a servicios de salud y seguridad social.
Maestros menos gruñones, que nos dejen pensar
Los estudiantes también participaron en la Cumbre Educativa Summit HABLA 2024; a través de una encuesta presentada en un video, los alumnos expresaron sus opiniones sobre lo que debe cambiar en laes escuelas de México.
En el panel conducido por Vidal Schmill, fundador de la “Escuela para Padres”, señalaron que “a veces los maestros no te dejan preguntar o simplemente dicen, si tienes dudas es porque no no aprendiste bien o porque no pones atención”. Dijeron que la escuela ideal es donde “pueda ser libre y preguntar cualquier tema libremente, sin vergüenza, ni temor a equivocarme”.
Pidieron maestros menos gruñones y con verdadero amor para enseñar; “hay profes que saben mucho, tienen hasta doctorado, pero no saben enseñar y se enojan con nosotros, sin intentar cambiar su manera de enseñar”.
También solicitaron replantyear el valor que se le asigna a los exámanes y las evaluaciones; “una calificación específica como la de los exámenes no define tu inteligenci, ni a ti como persona, ni cómo trabajas en ese o en otro entorno”.
No conectas con el Profe, y así se queda todo el año
María Manzano, de 18 años, estudiante en el Green Hills; Valentina, de 14 años, estudiante en el Anglo Mexicano; Fernando Belmoro, de 18 años, estudiante de Bachilleres, quinto semestre; y Jennifer, Madre de Familia.
“¿Qué tendría que hacer el docente, el maestro en la escuela para que fuera una experiencia más disfrutable? Porque tal vez ustedes son excepción, pero hay muchísimos alumnos que padecen en la escuela, la padecen literalmente”, les preguntó Vidal Schmill.
Fernando Belmoro respondió que “número uno, que quiten a los maestros gruñones, es un pensamiento que traes arraigado de muchos años, que si me equivoco voy a estar mal, si me equivoco voy a sacar malas calificaciones ¿Y qué van a decir mis papás, no?”
Expresó que no generaliza porque hay maestros muy abiertos, “pero hay unos maestros que dicen así me enseñaron a mi y así les tengo que enseñar a ustedes, pero no todos aprendemos igual y no todos tenemos sus pensamientos de ellos”
Propuso mejor manejarlo, una clase didáctica, una clase de teoría, abrir un poco más el panorama, “y no cerrarse a que así debe ser, y que así vas a aprender, porque al final de cuentas si no les gusta tu clase, pues no entrarán a ella”.
María Manzano, coincidió con Fernando Belmoro, y señaló algo que a veces falla, “puede ser una persona súper conocedora del tema, pero chance no es el mejor profesor porque no siempre van de la mano; puedes conocer muchísimo de química, por ejemplo, pero no necesariamente saber cómo enseñarle lo que tú sabes a chavos de 14 a 18 años”.
Luego expresó que los maestros deben ser personas que saben del tema y que también les encante enseñar; “porque a mí me ha tocado muchísimos profesores que son muy conocedores del tema, pero que no nos saben dar clases y eso las hace muy tediosas porque no conectas con el profesor, y así se queda tu relación con el profesor el resto del año”.
Punto más a quien haga Deporte o adelgace
Fernando Belmoro propuso ante los asistentes que los Maestros incentiven a los alumnos con puntos extra; “podría ser a quienes practiquen deporte, que adelgacen, porque somos una población con mucho sobrepeso y las escuelas no dan facilidades para la práctica deportiva”.
Dijo que esto ayudaría también a despejar la mente, incluso planteó quitar “materias de relleno que nunca usarás, y mejor incorporar Deporte”, que necesitan más hoy los estudiantes.
Valentina, del Anglo Mexicano, propuso la implementación de talleres en secundaria y preparatoria también.
“Es muy buena idea poner talleres, por ejemplo, de cosas que les gustan a los alumnos; en mi escuela, en secundaria, tenemos talleres y tienes la opción de meterte al arquitectónico, a pintura, o a robótica; entonces cada quien depende lo que le interese”, explicó.
Dijo que son cosas que les gustan y aparte aprendes cosas, “no es necesariamente pérdida de tiempo”.
No se saben escuchados
Aunque con contextos y dinámicas de vida muy diferentes, los tres estudiantes expresaron coincidencias sobre lo que les duele y frustra en sus escuelas, uno de ellos, el no saberse escuchados o que su voz sea toamada en cuenta.
Fernando Belmoro expresó que una cosa es que existan espacios de expresión estudiantil en la escuerla, y otra que atiendan la voz de los jóvenes.
“Tú puedes decir, pero la atención debe ser igual, entonces justo eso es lo que la escuela debe mejorar, escuchar;¿Si son 10 personas que le están diciendo que lo que haces está mal y el que también es tú quieres uno que lo que estás haciendo está bien, pues yo creo que ese uno es el problema, no?”, ejemplificó.
Dijo sentir que no tiene peso la voz estudiantil en las escuelas porque al final del día es lo que ellos, las autoridades, digan.
María Manzano dijo estar “súper de acuerdo con Fernando, porque personalmente han habido casos en que más de 40 personas vamos a pedir algo y vamos con firmas. ¿Y sabes a cuántas de las 40 nos hicieron caso? ¡A cero, a ninguna!
Entender la Discapacidad, y al diferente
Finalmente, María, Valentina y Fernando propusieron que las escuelas y sus autoridades comprendan más a los alumnos, incluso a quienes presentan alguna discapacidad o diferentes orientaciones.
Señalaron que es innecesario hacer distinciones al que es distinto, porque al hacerlo, se rompe la inclusión genuina.
También plantearon que los Padres de estudiantes con discapacidad dialoguen con la escuela para que esta les diga la verdad sobre su capacidad de enseñanza a estas personas porque generan problemas de aprendizaje, y frustración, por querer forzar una inclusión que, en el fondo, no es real.
Expertos educativos de México y otros países participaron en la Cumbre de la Educación Summit HABLA 2024