En el marco del Día Internacional contra la Corrupción, conmemorado cada 9 de diciembre, se dio inicio a la Semana Anticorrupción organizada por la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno (Buen Gobierno) y el Sistema de Naciones Unidas en México (ONU México). Este evento destacó la necesidad de fortalecer las instituciones públicas y promover la transparencia a través de la cooperación internacional.
Durante la apertura, Raquel Buenrostro Sánchez, titular de Buen Gobierno, presentó los 10 pilares fundamentales de la nueva Secretaría, que buscan prevenir la corrupción y fomentar la gobernanza eficiente mediante estándares internacionales. Buenrostro hizo un llamado a las alianzas estratégicas con países y organizaciones internacionales, resaltando la importancia de compartir mejores prácticas para el desarrollo sostenible y la lucha contra la impunidad.
La corrupción, un obstáculo para el desarrollo
En su intervención, el coordinador residente de la ONU en México, Peter Grohmann, subrayó que la corrupción no solo desvía recursos, sino que también destruye la confianza pública en las instituciones y afecta la capacidad de los países para enfrentar desafíos globales como el cambio climático. Grohmann celebró la creación de la Secretaría Anticorrupción como un paso decisivo en el combate a la corrupción en México.
Por su parte, el subsecretario Alejandro Encinas Nájera destacó que la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción será el eje rector de las políticas nacionales, con el objetivo de replantear el papel de México en la cooperación técnica y acuerdos internacionales para enfrentar este fenómeno de manera más proactiva.
Prevenir para transformar
En un enfoque hacia el futuro, Stacy de la Torre, representante adjunta de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), enfatizó que la corrupción afecta profundamente a las juventudes, privándolas de oportunidades esenciales y socavando el bienestar social. La lucha contra la corrupción debe considerar a las nuevas generaciones como actores clave para transformar el tejido social y garantizar un futuro de oportunidades para todos.
Este evento también contó con la participación de países y organizaciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) y Transparencia Internacional, quienes aportaron su experiencia en la promoción de la ética pública y el fortalecimiento de la responsabilidad institucional.