
Con el “efecto Trump” y su guerra arancelaria y una recesión económica que no acaba de diluirse, este 1 de mayo no es igual para los millones de trabajadores mexicanos que ven un futuro incierto para los próximos meses en materia laboral, pues a estos factores hay que sumar a renegociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá donde todo puede pasar sin descartar la pérdida de fuentes de empleos.
Este 1 de mayo se festeja con bombo y platillo el Dia del Trabajo, pero la otra cara de la moneda son los mitos alrededor del trabajo y sobre todo del desempleo o la exclusión laboral de género que afecta a 13.5 millones de mujeres más que no pueden ni salir a buscar trabajo.
También es muy común confundir la desocupación que afecta a 1.6 millones de personas con el desempleo completo que afecta al menos a 7.1 millones de personas
Un reporte de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza denominado “Rompemitos”, busca confrontar ideas erróneas que, a fuerza de repetirse, se han constituido en mitos que sirven para normalizar, justificar o disfrazar la precariedad laboral y los bajos salarios que producen pobreza en México.
Advierte que romper esos mitos es urgente, pues tienen efectos directos en decisiones del gobierno y del sector privado que afectan al mercado interno, el cual urge fortalecer ante la imposición de barreras a las exportaciones y ante la inminente renegociación del tratado comercial con EE. UU. y Canadá (TMEC).
“Estas ideas erróneas circulan casi como dogmas en espacios de análisis económico y financiero; en escuelas de economía, de negocios y de administración; en ambientes empresariales y gerenciales; entre líderes políticos, sindicales y sociales; en la sociedad en general”, establece
Ejemplo de esos mitos –agrega—es creer que el salario promedio del IMSS de 587 pesos diarios (17,857 al mes) es el “punto medio” de los salarios, cuando en realidad la mediana se ubica en 390 pesos diarios (11,842 al mes).
O bien afirmar que los bajos salarios son la mejor ventaja competitiva de la economía mexicana al igual que tratar al trabajo como una mercancía y creer que los salarios se fijan de manera “natural” mediante la ley de la oferta y la demanda.
Uno muy común, es seguir creyendo que el aumento al salario mínimo (SM) tiene efectos inflacionarios o creer que la diferencia tan amplia entre el SM en la franja fronteriza (12,596 pesos al mes) y el SM general, que aplica en el resto del país (8,356 pesos al mes) está justificada y aplicar el mismo porcentaje de ajuste anual a ambos, establece el reporte
Otro más es pagar salarios bajos para reducir costos, asumiendo que la productividad es hacer más con menos y creer que la función social de las empresas es crear empleos, sin importar que paguen bajos salarios o no cumplan derechos laborales.
El reporte también hace énfasis en que otro mito lamentable es considerar que las mujeres son las responsables de las labores del hogar y del cuidado de las niñas y niños, personas con discapacidad, enfermas y mayores.
Asimismo culpar a jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo porque no quieren trabajar