
Durante una serie de encuentros con representantes de la sociedad civil, comerciantes y empresarios en Nuevo León, Ana María Ibarra, candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), afirmó que el Poder Judicial debe ser un factor de estabilidad económica y social, y no una instancia que prolongue ni fomente los conflictos.
Ibarra insistió en que, ante un entorno polarizado, la Suprema Corte tiene la responsabilidad de pacificar los conflictos, no alargarlos ni replicar las conductas de confrontación que, según dijo, caracterizan a la actual administración federal. En ese sentido, señaló que la elección del próximo 1 de junio representa una oportunidad para renovar al Poder Judicial con personas que prioricen la mediación, el diálogo y la construcción de soluciones.
En su diálogo con el sector productivo, Ibarra subrayó que la certeza jurídica es un elemento que no solo impulsa la inversión, sino que también contribuye a fortalecer el tejido social. A su juicio, un Poder Judicial fuerte es indispensable para consolidar el desarrollo del país.
También defendió la reforma judicial como una vía para acercar la justicia a la ciudadanía y permitir que las y los ministros respondan mejor a las necesidades sociales. En ese contexto, hizo un llamado a la ciudadanía a ejercer un voto informado, a conocer a fondo a quienes aspiran a un cargo en la SCJN y a elegir a quienes cuenten con la mejor preparación y experiencia.
Más tarde, en el Foro Conocer, organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Ibarra compartió su visión de una justicia que combine equidad, sentido social y responsabilidad institucional. Sostuvo que la Corte debe ser capaz de reconocer las barreras estructurales que impiden a muchas personas ejercer plenamente sus derechos.
“La justicia no puede tratar igual a quienes han vivido desigual”, expresó. En su intervención, propuso un modelo de justicia que evite los tecnicismos innecesarios, escuche a la ciudadanía y apueste por juzgar con perspectiva, eliminando normas discriminatorias y generando precedentes que impulsen la transformación.